El Periódico - Català - Dominical
Con ganas de mojar
«Tomo un café con leche y dos cruasanes sin tostar y sin mantequilla ni mermelada… ¡A pelo! Para poder mojarlos en el café».
la mayoría de los profesionales, porque la gente estaba deseando que se dijera que eso de la independencia les importa un huevo. Ocho apellidos vascos es la película más taquillera del cine español, pero la de los catalanes tuvo casi el mismo éxito: es la tercera. Al ver la audiencia que tuvo en televisión, Paolo Vasile me dijo: «¡Eres Dios!» [ríe].
XL. Después de esos dos exitazos, ¿teme no cumplir las expectativas con Miamor...? E.M.-L. No: sé bien que ese fenómeno de Los apellidos... no se volverá a repetir. XL. Las tres cintas son historias de amor. E.M.-L. Sí, al final prima el romanticismo. Yo quiero que la gente salga contenta del cine, no con un regusto amargo. Por eso, para mí es imprescindible que la comedia romántica tenga final feliz; si vas a dar un hachazo, no la llames 'comedia'.
XL. Dicen los cómicos que el poder aguanta mal el humor y que se lo persigue. E.M.-L. No lo siento así, pero me parece increíble que haya gente en la cárcel por decir cualquier barbaridad. Se tienen que poder decir las cosas dentro y fuera del humor, sin tipificarlas en el Código Penal. Algunos raperos me parecen cretinos, parto de ahí: dicen barbaridades para molestar. Bien, si se pasan que les pongan una multa, no se puede decir de todo públicamente; pero de ahí a que un juez los meta en la cárcel hay mucha diferencia. Sé qué es sufrir presiones y censuras en el franquismo... y la actual ley mordaza es una vuelta a esas cosas.