El Periódico - Català - Dominical
SIN PERDER LA SONRISA
tan despiadada no es propio de una de las principales familias de nuestro país». La polémica también ha estallado dentro del clan Rockefeller. Algunos miembros de la familia todavía trabajan en el negocio petrolero o quieren seguir beneficiándose de sus actividades. Ariana Rockefeller, empresaria de la moda, ha declarado que cree que la campaña promovida por sus parientes no es acertada. «No me parece que perjudicar nuestro patrimonio familiar ayude».
Neva Goodwin Rockefeller deja escapar un suspiro ante estas palabras. «Ariana no estaba bien informada, asesores interesados la habían incitado a decir eso. La mayoría de la familia comparte las críticas a Exxon», añade.
Exxon Mobil ha optado por la defensa favorita de Donald Trump. Asegura que es víctima de una conspiración promovida por los Rockefeller. Neva y varios de sus asesores en Nueva York el día que pidieron a Exxon que explore los combustibles alternativos de una industria energética en evolución.
«Es una estrategia para influir en la opinión pública: los malvados Rockefeller contra las honradas petroleras. No se nos aprecia en todas partes…», dice Neva Goodwin Rockefeller. La familia lleva tiempo siendo objeto de todo tipo de burdas acusaciones, los teóricos de la conspiración consideran a David Rockefeller la mente detrás de una conspiración internacional. Según ellos, el Club Bilderberg –una influyente organización que agrupa a personalidades de la economía y a la que pertenece David Rockefeller– estaría intentando hacerse con el poder mundial.
Neva Goodwin Rockefeller todavía conserva una participación en Exxon Mobil, cuenta. Quiere tener voz en la empresa. Esta cartera de acciones, añade, es su «cartera de pecados».