El sabor de los momentos especiales

consistente, estamos ante una cerveza muy rica en matices y sabores que iremos descubriendo poco a poco si le concedemos el tiempo que tan amablemente nos va pidiendo: sus notas a cereal tostado dulce, su aroma a manzana verde, hasta llegar incluso a sutiles toques a regaliz. Y lejos de abandonarnos, cuando sus sabores principales pasen veremos cómo nos siguen acompañando en el paladar ecos de cereal con un agradable toque amargo.

De un elegante color rojizo similar al cobre antiguo, esta cerveza fresca y ligera pero con carácter, es ideal para esos momentos únicos que nos regala el día a día. Y, sobre todo, para celebrar esas ocasiones especiales en las que la cerveza es la gran protagonista. Para ello no necesitamos más que la mejor compañía y la copa adecuada, aunque también podemos aprovechar sus posibilidades para el maridaje con propuestas gastronómicas destacadas, a las que será capaz de sacar matices sorprendentes. Incluso podemos brindar con ella al caer la noche, gracias a su complejidad y graduación (7,2º). Lo único que esta cerveza nos pedirá a cambio es que dejemos a un lado las inquietudes y nos regalemos el placer de disfrutar el instante.

Y DORIS SCHNEYINK