El Periódico - Català - Dominical
'Influencers' ¿'Influencer', de qué?
Según nos cuenta un lector, los adolescentes quieren ser influencers, sin saber muy bien con qué, por qué y para qué pueden influir a otros. Sólo porque te da dinero rápido y, como hemos sabido en estos días, te permite conducir un Lamborghini con poco más de veinte años. La figura, junto al selfi, el zasca y el meme, es una seña de identidad de nuestro tiempo, quizá una de sus más acabadas metáforas. Un influencer viene a ser algo así como un hipercomunicador, tan potente que igual da que el objeto de su discurso sea tan nimio como una sombra de ojos o la pantalla de un videojuego. Cosecha likes y seguidores y llegarás al Lamborghini. Disculpen los modernos al cartero que prefiera a ese otro influencer de esta semana que con un abrazo –nada más analógico– infunde paz a un espíritu atribulado.
mi osadía. MARÍA RUIZ DE LA CUESTA VELA. PAMPLONA
Se llamaba María de los Ángeles Félix, era mexicana y también lo más parecido a lo que en el cine clásico se consideró una diosa: bella, fría, morena, elegante, altiva, dura, cruel, sarcástica. La mujer que dijo Soy más cabrona que bonita o No te sientas mal si alguien te rechaza; la gente rechaza lo caro cuando no puede pagarlo, supo construirse desde la nada y crear un fascinante personaje público, un mito hecho a medias entre su verdadera personalidad y las que interpretaba en la pantalla. No basta con ser bonita, hay que saberlo ser, sostuvo siempre. Tuvo muchos hombres, muchos amores, mucho cine, mucha vida, y murió a los 88 años siendo un monumento a sí misma. La pintaron Diego Rivera, Orozco, Leonora Carrington, Remedios Varo y Antoine Tzapoff. La dirigieron el Indio Fernández y Luis Buñuel. La amaron los hombres con más talento y con más dinero del mundo. Nunca quiso trabajar en Hollywood; dijo no a papeles que interpretarían luego Jennifer Jones y Ava Gardner, y proclamó, orgullosa