El Periódico - Català - Dominical

NINGUNA GRACIA"

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XL. Berlín, el personaje de Pedro, murió al final de la primera parte de la serie. ¿Fue una sorpresa volver? Alba. Él nunca se creyó muy muerto [se ríen].

Pedro. Digamos que hay una mitología familiar en la serie, y mi presencia encaja.

XL. De hecho, la

serie ha convertido a sus personajes en una especie de mito. Alba. Sí, somos

Los Vengadores, pero más reales... Somos unos locos que asaltan el Banco de España y todo el mundo nos aplaude, porque la gente está hasta la cona de este sistema.

XL. Todo esto es una situación nueva, para ustedes y para la industria. ¿Qué han aprendido de la experienci­a?

Pedro. Que en España te puedes atrever. Está siendo un viaje muy potente, sin prejuicios. Podemos hacer lo que nos dé la gana. Y lo que hacemos es James Bond, pero con tesitura emocional.

XL. ¿Han aprendido mucho, por ejemplo, sobre armas? Pedro. Sí, hicimos unos cursos con la Policía...

Alba. Lo que más impresiona es lo rápido que te acostumbra­s. Al principio daban miedo; ahora son como el móvil.

Pedro. Yo disparé aquella metralleta del final de la primera parte. Entendí ese rollo de la gente loca por las armas, porque es un chute de adrenalina bestial. Alba. Y esta vez hay más de todo.

XL. ¿Algún ejemplo? Alba. Un día en el rodaje nos dicen: «Chicos, esta escena es a toma única porque hemos puesto todos los explosivos y no hay cómo repetir. Pase lo que pase, seguid». ¡Ah, vale, cojonudo! [se ríen]. Mola mucho ver escenas de acción, pero rodarlas no tiene ni puta gracia.

XL. La suya es una profesión de riesgo... Pedro. Lo es. Yo lo viví el día de mi muerte. Me ponen un cinto con pólvora y pregunto: «Oye, ¿pero esto qué es?». «Bueno, te va a pegar viaje, pero... En fin. ¡Acción!» [se ríen]. Quedé marcado durante semanas.

XL. ¿Cuál es el mayor obstáculo que han superado para llegar hasta aquí?

Alba. La arquitectu­ra del sistema. Que una mujer pudiese coger un arma y ser un personaje de acción, no se planteaba. Que una persona racializad­a pudiese tener un personaje más allá de su background racial no se planteaba. He vivido momentos de dudar. ¿Por qué no me sale nada? Parece que la culpa es tuya. Pedro. Tu mayor obstáculo siempre es tu propia cabeza. La forma en que nos educan es lo opuesto a la esencia de este trabajo. Debes desaprende­r todo para dejar de pensar y seguir el instinto.

XL. ¿En qué estado de ánimo les dejó el final de la serie, cuando ignoraban el bombazo que sería después?

Alba. Nos juntamos todos para ver el último capítulo en casa de Úrsula y fue como: «Bueno, ha estado bien». «Sí, ya podía haber tenido más tirón, pero...». Pedro. A nadie se le pasó por la cabeza todo esto.

XL. ¿Se refiere a que ya no pueden caminar por la calle? Pedro. Te cuento dos situacione­s para que te hagas una idea. Estoy en Florencia, yo solo, contemplan­do el David de Miguel Ángel y, de pronto, la Galería de la Academia entera se da la vuelta.

Pedro. Imagina que un aeropuerto se pare por ti. Me fui a Buenos Aires y, antes de salir de Madrid, puse un post: «Argentina, voy». Aterrizo, enciendo el móvil y ¡más de 600.000 likes! Salgo del avión y están todos los empleados del aeropuerto. Salgo a la terminal y ya ni te cuento: incluso fotógrafos. ¡Y eran las 3:30 de la madrugada!

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