El Periódico - Català - Dominical
BAUTISMO
navegación como el GPS y el radar quedaban, por supuesto, muy lejos todavía. Y las primeras terminales eran unos sencillos barracones de madera. En los años treinta se construye la primera terminal de Barajas, y con ella llega el inicio de una nueva arquitectura especializada. El hormigón en la pista de aterrizaje no llegaría a Barajas hasta 1944.
COBRO POR KILÓMETRO DE VUELO
Años antes se pusieron en marcha las primeras líneas de negocio patrias. En 1920, por ejemplo, se creó un enlace postal Barcelona-Palma de Mallorca en hidroavión. Pero el proyecto no cuajó. Más éxito tuvo la Compañía Española de Tráfico Aéreo: CETA. Esta aerolínea comenzó transportando correo entre Sevilla y Larache (Marruecos). Ocasionalmente se sentaban como podían entre sus sacas uno o dos pasajeros, pero era algo muy excepcional. Se daba poca prioridad al transporte de personas: CETA cobraba del Gobierno seis pesetas por kilómetro volado. Era este ingreso el que permitía la subsistencia de la compañía.
Hubo que esperar hasta el año 1925 para que surgiera la primera línea de pasajeros: la Unión Aérea Española (UAE). Esta operó entre 1925 y 1929. En aquellos años, Horacio Echevarrieta puso en marcha una compañía: Iberia se llamaba. El 14 de diciembre de 1927, el rey Alfonso XIII inauguró la línea Madrid-Barcelona. Aunque el protagonista llegó con retraso: el avión de Barcelona que debía aterrizar en Cuatro Vientos se vio obligado a realizar un aterrizaje forzoso en Soria.
En 1974, la Subsecretaría de Aviación Civil aprobó el proyecto llamado Servicios especiales
Madrid-Barcelona y viceversa, el célebre puente aéreo que se convirtió en símbolo de la aviación en España. En ese medio siglo habían cambiado mucho las cosas: el primer avión que unía Madrid y Barcelona podía llevar a diez pasajeros a bordo. El viaje de tres horas y media costaba 163 pesetas. Trescientas si el billete era de ida y vuelta. En aquellos primeros vuelos se pesaba a los pasajeros
Para despegar, había que orientar el avión en dirección al viento. Las pistas asfaltadas llegaron a España en 1944