El Periódico - Català - Dominical
Devolver los cascos
Podemos variar la composición de la sopa e incorporar frutas de temporada, cortadas en dados pequeños si son piezas grandes. Si vemos complicado hacer el helado, podemos comprar uno que tenga un punto cítrico y digestivo para que se complemente con la sopa: mandarina, limón o pomelo le irán de perlas.
Carlos Maribona de vidrio para que sean esterilizados y reutilizados. Y dejar un depósito por ellos. ¿Les suena? Pues resulta que es una nueva tendencia que se va imponiendo para evitar, nos dicen, la generación de residuos y preservar el medioambiente. Qué cosas. Cuando yo era niño, las botellas de cristal, especialmente las de cerveza y las de gaseosa, se devolvían a la tienda. ¿Lo recuerdan? «Niño, hay que llevar los cascos». 'Cascos', qué bonita palabra, ahora en desuso, para referirse a las botellas vacías. Botellas por las que, al comprarlas, se depositaba una cantidad que se reintegraba al devolverlas a la tienda. Hasta avanzados los años sesenta, los recipientes de cristal tenían un valor. Íbamos a la lechería (sí, en el centro de Madrid había vaquerías con vacas y allí vendían la leche) con nuestra botella para que nos la llenaran. Lo mismo ocurría con el aceite en las tiendas de ultramarinos, con aquellos artefactos que lo bombeaban al recipiente que llevábamos nosotros. O con el vino en las bodegas. Luego nos hicimos todos ricos y apareció en las botellas aquella frase de «envase no retornable». Y ya nos acostumbramos a tirar a la basura (ahora a esos contenedores con los que los Ayuntamientos nos invitan a hacer un trabajo por el que nos cobran) todo el vidrio que utilizamos en casa. De pronto resulta que no, que no lo hacemos bien y que hay que volver a reutilizar los envases. Cosas del progreso. @salsadechiles
Próximo domingo: Benjamín Lana