El Periódico - Català - Dominical
Pastores de mares y ríos: ellos son el futuro
Trabajar para garantizar la calidad del pescado
La acuicultura, la producción en el agua de animales y plantas aprovechando los recursos naturales, no es algo nuevo: los romanos ya la practicaban en nuestro país hace 2.000 años.
Hoy en día, sin embargo, este sector constituye una vía magnífica de obtener alimentos saludables y sostenibles, a un precio accesible y respetando el medioambiente sin sobreexplotar mares y ríos. Además de hacer del pescado un alimento accesible para miles de familias, la acuicultura española ayuda a fomentar la economía de las zonas rurales. Sus trabajadores son una suerte de granjeros, o mejor, pastores, de mares y ríos que tienen como objetivo conseguir productos de gran calidad a un precio asequible para todos los bolsillos.
“En nuestra empresa, el equipo de cada instalación está compuesto por dos biólogos, un licenciado en Derecho y un veterinario, además de varios operarios”, explica Ignacio Alba, director de producción en una empresa andaluza dedicada a la producción de caviar.
En uno de estos viveros suelen trabajar decenas de personas cuyo día a día trabajan para ofrecer a todos los consumidores pescado saludable y sostenible. “Cada día hay que vigilar que las instalaciones y los animales estén bien, alimentarlos y, según la época del año, seleccionarlos para su captura”, cuenta Alberto Domezain, que trabajó como biólogo durante 40 años en un vivero de cultivo de truchas y esturiones.
Una de las prioridades en los viveros de acuicultura de España es la calidad del producto. Para conseguirlo se cuida que la condición de los peces sea óptima y la manipulación de los mismos mínima, para permitir su desarrollo y garantizar su bienestar.
También se trabaja para que su entorno sea lo más parecido posible al natural y que la calidad del agua sea la mejor. Finalmente, se controla la alimentación de los animales, garantizando que sea saludable y acorde a su hábitat natural, dependiendo, no obstante, de su especie.
La acuicultura española es imprescindible para que todos podamos comer pescado sin dañar los ecosistemas marinos o fluviales. Sus trabajadores explican cómo es su día a día
La acuicultura española emplea a casi 40.000 personas y es un motor económico en las comunidades rurales