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‘DANI & FLO’
«Somos disciplinados aunque no lo parezca»
Tras ‘Tonterías las justas’ y ‘Sopa de gansos’, Florentino Fernández y Dani Martínez vuelven a formar pareja televisiva en Cuatro
El simpático Flo y su inseparable Dani Martínez han vuelto a formar pareja para llenar las sobremesas de Cuatro de su peculiar sentido del humor. Su nuevo invento se llama como ellos, ‘Dani & Flo’, quizá para dejar claro que aspiran a ser ellos mismos sin intromisiones e interferencias. El público tiene la palabra.
Han pasado seis años desde que coincidieron por primera vez en Tonterías las justas, el programa de Cuatro que compartían los dos con Anna Simon. Hace dos años, volvieron a juntarse para presentar Sopa de gansos, efímero show humorístico que pasó a mejor vida en el mismo canal de Mediaset. Ahora se han vuelto a reunir en Cuatro para intentar reeditar el éxito de Tonterías las justas, pero con otro formato y con bastante menos presupuesto. Aquí cuentan lo que nos espera con Dani & Flo, el último invento de Martínez & Fernández. –¿Va a tardar mucho este nuevo programa en asentarse y conseguir su versión definitiva? –Flo: Bueno, el programa está en desarrollo y va creciendo. Nosotros tenemos una base con la que tenemos que trabajar. Tenemos que ajustar los ritmos de los contenidos. Al final, es un programa de entretenimiento en el que nos vamos a trabajar los contenidos y vamos a ser artesanos. No va a ser lo fácil de visionarte cosas ya hechas y empaquetarlas, sino que vamos a intentar tener un programa con sello y alma propios. Con independencia de que tiremos de imágenes de los informativos, pero dándoles nuestra visión. –Los directivos de Mediaset han valorado su tozudez e insistencia. ¿Tan pesados se han puesto para conseguir el programa? –F: ¡Qué va! Al revés. No nos ha costado nada. Fueron ellos los que nos preguntaron. – D: Surgió de forma muy natural cuando estábamos con la gira #VolvemosNOVolvemos. Durante este tiempo yo he estado con Chiringuito de Pepe y Flo tenía contrato con Mediaset. Nos veíamos con frecuencia con la gente de Mediaset en cenas y comidas. Comentábamos que teníamos que hacer algo, pero de manera muy informal. Nosotros le damos vuelta a muchas ideas. En la furgoneta de la gira se nos ocurrían y luego se las comentábamos a algún directivo de Tele 5. Hasta que un día nos preguntaron qué queríamos hacer porque tenían una franja disponible y necesitaban una idea. Ahí surgió todo de una manera muy natural. –¿Sienten más presión por el hecho de que esta vez el nombre del programa lleve sus nombres? –F: Le dijimos a la cadena que nos gustaba que se llamara El programa de Dani y Flo. Nos dijeron que pensáramos otros posibles nombres. Y, de repente, soltaron lo de Dani & Flo. Los dos nos quedamos pensando y comentamos entre nosotros que ya nos estábamos saliendo de lo anterior… –D: Sí, es que ya estás midiendo tu marca. Pero así es la vida. Al final, esto es un programa de televisión. Y no es más. –F: Estamos tan convencidos de que esto va a estar bien hecho que luego que le guste a la gente o no… Nosotros solos no lo vamos a hacer, lo que supone un aval [ríe]. Ahora , la suerte, la contraprogramación y demás factores dictarán sentencia. Si no funciona y nos tenemos que ir, nos iremos con la cabeza alta porque lo hemos intentado. –Entre ustedes hay una cierta diferencia de edad, pero se les ve muy compenetrados. ¿Qué es lo que les une? –F: La forma de ver la vida y el sentido del humor. –D: Creo que la clave es el humor. Nos reímos de las mismas cosas y nos hacemos mucha gracia el uno al otro. A mí me hace más gracia Flo que el primer día, tanto en el plató como fuera. Estamos todo el día mandándonos doblajes con una aplicación. Yo le llamo por teléfono y nunca me contesta de modo normal. Siempre trata de hacerme una gracia. «Espera un momento. Mamá, que eso no es. Dani, que mi madre se ha metido en el contenedor y voy a sacarla». Intentamos hacernos gracia el uno al otro todo el rato. Yo creo que con los
–amigos se tiene en común el sentido del humor. –Pero hay bastante diferencia de edad… –F: Yo a las nueve de la noche estoy metido en mi casa. Él ahora cada vez más también… Es verdad que nos une el sentido del humor y la forma de ver la vida. Dentro de eso tenemos muy buena química y nos admiramos mutuamente. Nos entendemos porque sabemos lo que cuesta tener el talento que tenemos. Como lo compartimos, sabemos lo difícil que es el trabajo que está desarrollando el otro en ese momento. Hay una admiración mutua. Me consulta qué me parecen sus imitaciones. Y me genera mucha envidia, porque yo lo de las imitaciones cada vez lo voy perdiendo más. Qu iero ser más cómico que imitador. Él tiene las imitaciones como un recurso, pero va también más camino de cómico que de imitador. En este programa vamos a lucirnos simplemente con nuestros nombres y con la palabra cómicos encima de los hombros. – Pero no todo será positivo… ¿Hay algo del otro que les saque de quicio? –F: A mí me saca de quicio de Dani lo analítico que es. Es como la CPU cuando le pides que te dé información de lo que está haciendo el ordenador ahora mismo. Cuando prueba sonido en el espectáculo de teatro, Dani lo prueba en serio. Yo lo prue- bo de broma y digo lo de « uno, dos, tres». En cambio, él lo prueba como si fuera la primera vez que te lo montan. En una gala de televisión, Dani es capaz de decir que no va porque técnicamente no está el sonido como le gusta.
–D: Tiene razón. A mí de Flo me saca de quicio su falta de filtro. Dice lo que piensa muchas veces y ya le digo yo que no es necesario. Si no nos está gustando el restaurante y nos preguntan qué tal está el pollo, él suelta: «Pues si lo haces más seco, lo mismo necesitamos seis litros de agua». No tiene filtro y a los que estamos al lado nos da apuro. Yo le digo que filtre un poco.
–F: Es que me cuesta más trabajo disfrazar lo que tengo que decir que decirlo tal y como es.
–¿Son ustedes disciplinados?
–F: Sí. No lo aparentamos, pero lo somos.
–D: Somos los dos excesivamente puntuales. Somos trabajadores. Lo que admiro de Flo es que en esta profesión hay gente que se deja llevar y gente que no. Estos doblajes Flo los hace en su casa, yo le mando
«Me dan mucha envidia las imitaciones de Dani porque yo eso lo estoy perdiendo con el tiempo» FLO
ideas, el espectáculo nos lo hemos escrito nosotros… A los de la oficina de nuestra gira de teatro los tenemos locos: «Queremos salir a tal hora, la prueba de sonido tiene que ser…». Lo montamos todo nosotros y estamos encima de las cosas.
– F: Ha habido gente de nuestro equipo que no ha sabido resolver los problemas como nosotros lo hubiéramos hecho y nos hierve la sangre. No es una cuestión de que no estés a la altura, sino de que no podemos seguir con ese equipo porque nosotros funcionamos de una manera que es como funciona todo el mundo. Si te tengo que enviar un correo antes de las ocho de la tarde, te lo mando con la información que necesitas. Si son las ocho y no me llega, pues ya me pongo nervioso. Para eso somos muy puntillosos.
–Lo último que hicieron juntos en televisión fue Sopa de gansos, que no funcionó. ¿No les da un poco de miedo ese precedente, aunque este programa sea muy diferente? –D: Es que no tienen nada que ver. En aquel programa nosotros éra- mos unos maestros de ceremonias de las actuaciones, que era lo fuerte de aquel show. Aquí vuelve nuestra esencia, aunque tampoco tiene nada que ver con Tonterías las justas.
–¿A qué programa de Flo se parecería más? ¿Quizá a El informal, por aquello de estar pegado a la actualidad?
–F: Hay una diferencia fundamental con El informal. Aparte de la evolución con el paso de los años y el cambio del ritmo de la comunicación audiovisual, el presupuesto ha cambiado. No se puede soportar una redacción como la de El informal y que cada guionista trabaje todo el día en una pieza de dos minutos y medio. Eso no es viable. Ese espíritu sí nos gusta, sobre todo porque el doblaje es un recurso que nos sirve mucho para el entretenimiento de comedia. Pero tampoco podemos hacer mucho doblaje porque cansaría y el presupuesto no nos lo permite. Por eso tenemos que tirar más de talento. ¿Qué si se parece? Pues se parece en todo y en nada. Tú vas a un japonés y tienen atún, te vas a otro y también lo tienen. Pero el de este es así y el del otro es asá, y cuesta esto y cuesta lo otro. Es lo mismo, pero está cocinado de distinta manera.
–D: No queremos enseñar solo imágenes, sino que la gente diga a ver lo que van a hacer estos con lo que ha pasado. Soraya Sáenz de Santamaría aparcó en el carril bus y fue a Primark. Pues seguramente
«Flo siempre dice que quiere llevar el ambiente y el espíritu de ‘Tiempo de juego’ a la televisión» DANI
nosotros enseñaríamos la noticia, y enseñaríamos los tres objetos más vendidos en Primark, porque alguno de ellos compraría. Y luego, si ella dijo que duró 12 minutos, nosotros iríamos a preguntar a la gente cuánto dura una visita a Primark. Si dicen que dos horas, saldríamos diciendo que no nos lo creemos, porque hemos ido allí y lo hemos comprobado.
–¿Qué sensación produce tener que competir con un programa como Zapeando, que es de la misma productora (Globomedia, de Mediapro) que el suyo (Mediapro)? –D: A nosotros ninguna. –F: Al final, es cierto que corporativamente es la misma productora, pero son divisiones distintas. Eso es una cosa buena y mala para la industria, porque somos todos los mismos, pero cada uno está haciendo lo suyo. Si hay alguna productora de referencia que puede hacer el mejor entretenimiento es Mediapro. Ahora mismo es la que aglutina más productoras. Pero somos independientes.
–¿Va a haber muchos pinchazos televisivos de Mediaset, igual que hace Zapeando con los programas de Atresmedia?
– F: Eso nos parece una delgada línea roja en el caso de Mediaset. Nosotros queremos tratar lo que salga de las fronteras internas. No podemos basar nuestro programa en hacer una lectura de lo que se ha emitido el día anterior. Pero si hiciéramos hoy el programa, seguro que incluiríamos un corte de Bertín con Joaquín el del Betis y seguro que haríamos un vídeo con los Gipsy Kings. Pero porque eso sí ha sido un evento que se ha salido de la norma. Queremos que sea diferente. Por supuesto que tendrá un porcentaje de información, porque la tenemos, pero no podemos componer el programa con eso porque la gente lo ha visto.
–D: Nos parece más curioso tirar de las noticias del día a día y de las que la gente comenta con sus amigos. Leímos el otro día que la clave que más se ha usado para desbloquear el móvil ha vuelto a ser: un, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Se trata de salir a la calle y preguntar qué contraseñas usa la gente. Hacer el tratamiento de noticias que hablamos todos, como lo del pollo de Eurovisión. Y tratar cosas o imágenes de nuestra cadena que han traspasado fronteras, como si se cae un día el techo de Gran Hermano.
–¿No se cansan el uno del otro, como les pasa a casi todos los matrimonios televisivos?
–F: No, porque como buen matrimonio televisivo no nos vemos más que en la tele. Los matrimonios están las 24 horas del día juntos.
–D: Yo descanso de Flo desde las ocho de la tarde. Quedo a comer con él muchas veces, pero, a partir de esa hora, como Flo cena a las ocho y se va a la cama a las diez de la noche no puedo contar con él para ir a cenas, tomar una copa o ver un concierto. Es un auténtico guiri.
–¿Y el fin de semana?
–D: Tiene un hijo insoportable que está en la edad del pavo y se lo tiene que comer. Yo eso no me lo voy a comer.
–F: Soy una persona normal. Y las personas normales se acuestan pronto y se levantan pronto.
–D: Mi padre y mi madre se levantan a las seis y se acuestan a la una.
–F: Porque se echarán la siesta… Ahí te he pillado. Yo me levanto siendo Flo y cuando vengo a la tele también soy Flo. Primero soy una persona y luego un artista. No soy un artista como tú todo el día: que me vengan a buscar, que me traigan la comida. Yo me la traigo de mi casa, me vengo con mi coche…
–¿Qué tal se lo pasa Dani en el programa Tiempo de juego, de la Cadena COPE, con sus imitaciones?
-D: Muy bien. Flo siempre dice que quiere llevar el espíritu y ambiente de Tiempo de juego a la tele. Pienso en que si Dani & Flo va bien y sigue, no sabría lo que hacer con Tiempo de juego, que es los sábados, cuando apetece descansar. Pero seguiré, seguro. No voy a poder dejar a esa gente nunca. Es imposible.