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Daniel
«'HIT' trata temas peliagudos de una forma muy real»
ADaniel Grao (Sabadell, 1976) le tocan siempre papeles intensos, como los de Gigantes, Perdida y Promesas de arena. Pero ahora tiene la oportunidad de mostrar una faceta más «juguetona» en HIT, la serie que está a punto de estrenar TVE-1, en la que encarna a un provocador educador que vuelve a las aulas para reorientar la conducta de nueve adolescentes conflictivos. Pero él también oculta sus propios traumas.
Le ha tocado otro personaje intenso, el HIT del título (acrónimo de su nombre, Hugo Ibarra Toledo).
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– Sí. Pero a diferencia de otros personajes que he hecho, también tiene una parte cómica, juguetona, casi infantil en sus relaciones que da pie a que haya alguna situación un poquito más liviana y fresca.
Al principio, no entrará con muy buen pie en el instituto.
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– No le quieren por ningún lado. La mayoría de los padres se le tiran encima porque su comportamiento y su pose, siendo un poco el House de la educación, no ayudan, y los nueve chicos a los que les tiene que dar clase son unos piezas de cuidado. Lo bonito es cómo se los va ganando de manera honesta porque él también se va exponiendo.
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La provocación es su arma.
– Este personaje es un caramelo en ese sentido, porque como es el tocapelotas y el políticamente incorrecto, mediante él se puede decir de todo, y yo lo gozo, porque no tiene filtro. Él sabe que va a molestar cuando les dice a los padres: «Vuestros hijos están enfermos», pero eso es parte del tratamiento.
¿Cree que es una ficción juvenil más cruda de lo habitual?
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– Sí, pero los protagonistas son los nueve chicos conflictivos, tampoco es que estemos diciendo que todos los jóvenes sean así. ¿Y qué se hace con ellos? ¿Apartarles? ¿Expulsarles? Lo que propone HIT es escucharles y atenderles para ver qué les pasa. Por eso los temas que se tratan son duros, como el bullying, las autolesiones, la adicción al porno, los problemas de alimentación... Más allá de que surjan historias entre ellos.
Y también abordan el independentismo a través de uno de los chicos, Gus.
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– Es un tema que da tanto miedo para no herir susceptibilidades... Pero a HIT, al final, que Catalunya sea independiente o no, no le importa. A él lo que le interesa es: si tengo un independentista en Madrid quemando la bandera de España, ¿qué le pasa? Eso sería muy interesante que, socialmente, nos planteáramos. Hay una problemática emocional tanto en la ultraderecha como en la izquierda independentista que se podría analizar.
Usted tiene un hijo de 7 años y otro de 12. ¿Se ha replanteado mucho su educación a raíz de HIT?
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– Yo diría que al revés. Estando muy ocupado pensando en la educación de mis hijos, aparece esta serie. Y acepté ser HIT porque estoy de acuerdo en muchas de las cosas que plantea. Es verdad que peca de soberbia, pero pone el foco donde yo he creído que hay que ponerlo: muy en el núcleo. El problema no es que te queden seis asignaturas, sino qué te pasa a ti, qué pasa en tu familia y en el propio sistema. Si el niño se siente escuchado, valorado y tiene un respaldo familiar que no le juzga todo el rato, sino que le ampara, lo demás seguramente se vaya dando solo. Si no hay grandes traumas detrás, lógicamente, porque si no hay que arremangarse también.
¿Han estado educadores?
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asesorados por
– El equipo de guionistas, sí. La serie está basada en muchísimos casos reales, está llena de historias de primera mano que están sucediendo ahora mismo. En ese sentido, me parece superhonesta y valiente, porque son temas muy fuertes y peliagudos que se podrían tratar por encima de una forma un poco estereotipada, pero no es así, sino que es muy real. Y, cuando te pones a plantearte ciertas cosas, debes tener el valor de ponerlo en duda todo, sin ser moralista y sin decir esto es lo correcto y esto lo incorrecto, porque muchas veces ni el propio HIT lo sa