Arnault afirma que pagará impuestos en Francia
El patrón del imperio del lujo y la primera fortuna del país, Bernard Arnault, trató de desactivar ayer la polémica creada por su petición de la nacionalidad belga. Arnault negó que su petición –en pleno debate sobre la reforma fiscal para hacer pagar a los más ricos– tenga motivaciones “políticas” y afirmó: “Seguiré teniendo mi domicilio fiscal en Francia”. LAS CUENTAS PÚBLICAS Hollande anunció que las cuentas públicas del 2013, sometidas a la exigencia de reducir el déficit hasta el 3% del PIB, se harán con una previsión de crecimiento del 0,8% y para alcanzar este objetivo, el Estado deberá encontrar la forma de ahorrar 30.000 millones de euros.
Y empezó a desglosar de dónde saldrán. Su Gobierno aplicará recortes de 10.000 millones en educación, seguridad y justicia. Otros 10.000 procederán del esfuerzo fiscal de las familias y otros 10.000 procederán de aportaciones suplementarias de las empresas del país. Poco más se sabe. Sí que concretó que el 75% que tributarán las rentas superiores al millón de euros se aplicará sin excepciones y durante dos años. Afectará a entre 2.000 y 3.000 personas, concretó Hollande, que consideró una “provocación” la decisión del presidente del grupo de empresas de lujo LVMH, Bernard Arnault, de solicitar la nacionalidad belga.
El dirigente adelantó que será necesaria una reforma del mercado laboral “para que sea más flexible y al mismo tiempo más protector”, en alusión a la tasa de paro que registra el país, con tres millones de personas sin trabajo, por encima del 10%. Habrá que ver cómo reciben los franceses los recortes que se vislumbran y que nadie les había anunciado. Por lo pronto, ayer, antes de hablar, Hollande seguía bajando en los sondeos.