Alonso, remontada en casa

El asturiano refuerza su liderato siendo tercero y pese a salir décimo Lewis Hamilton gana con facilidad y Sergio Pérez impresiona al final

En el dibujo que Fernando Alonso ha hecho del camino al título no falta detalle. Lo ha construído con tal precisión que ningún acontecimiento le sorprende, más aún, suele adelantarse a los sucesos. “Hay seis o siete pilotos en muy pocos puntos, pero cuando abandonemos Europa solo seremos tres”, dijo cinco carreras atrás, en Valencia, “Serán, como no, Lewis (Hamilton) y Sebastian (Vettel)”, identificó. Y ahí los tiene. Es más, sabe muy bien quién es peor rival. “Hamilton está un escalón por encima de Vettel”, suele repetir. Su conocido peor enemigo ya es segundo del Mundial de F-1 tras anotarse sin oposición ayer la victoria en Italia, pero el ovetense consiguió aumentar su ventaja de 24 a 37 puntos al frente del campeonato gracias a una fenomenal remontada hasta el podio.

“La suerte va y viene, pero se equilibra durante la temporada. Button y Vettel han dominado aquí, pero pueden no acabar en Monza”, dijo al abandonar Spa. Y ayer, vaya, se retiraron los dos lastrados por dos averías. Tanto se compensa la fortuna que los tres principales damnificados del accidente en la primera curva de Bélgica, coparon el podio una semana después. Sí, todo parece estar escrito, calculado, milimetrado en el cerebro de Alonso para ser campeón, igual que diseñó con precisión cómo debía remontar hasta el podio tras caer a la décima posición en la crono por la rotura de un anclaje de la barra estabilizadora. LA SALIDA, VITAL “Afronté la salida con una mentalidad abierta, pero al ver que los primeros 200 metros habían sido muy buenos, me decidí a atacar”. Y, antes de la primera curva, había rebasado a Paul Di Resta y Nico Rosberg. Siguió atacando y adelantó a Kamui Kobayashi en la primera vuelta. Un giro después dio cuenta de Kimi Raikkonen, que ahora es tercero del Mundial. “Esta ahí, sí, pero no ha ganado ninguna carrera...”. LE TOCÓ A SCHUMACHER No, Alonso no ve al piloto finlandés como rival en el tramo final, porque ni él, ni el joven Romain Grosjean (ayer sustituido por D’Ambrossio) son capaces de encontrar los mejores reglajes de un monoplaza con mucho potencial.

Cinco vueltas después del finlandés, Alonso dio cuenta de otro campeón, Michael Schumacher, el hombre que podría, dicen, dejar el volante el próximo año, para ocupar un cargo de responsabilidad en Mercedes. Fiel a su plan, Alonso se fue después en busca de Vettel. El asturiano casi le sobrepasa en la única parada, tras una maniobra más rápida en el box de Ferrari, pero no arriesgó. Esperó su momento. Le buscó en la larga derecha antes de Lesmo, justo donde Vettel le había adelantado el año pasado. En aquella ocasión, Alonso le dejó espacio, pero Vettel no es tan limpio, ni tan rápido, ni tan sereno. Cuando Alonso ya le tenía, se abrió hasta echarle por la hierba a 250 kilómetros por hora. “El coche se dañó en una parte de la suspensión y temíamos que no acabara”, reconoció el jefe Stefano Domenicali. Tras el tremendo susto, el piloto de Ferrari le sobrepasó por dentro antes de Ascari dos giros después, justo antes de que dirección de carrera castigara al belicoso alemán con un paso por boxes.

Estas son las situaciones que distancian a Alonso de pilotos como Vettel, esa es la diferencia entre la consistencia del español –él y solo él puede presumir de 13 carreras sin un solo error de pilotaje, sin una sola sanción– y sus perseguidores, esos que cambian casi a cada carrera: Webber era el segundo tras Hungría, Vettel después de Spa, Hamilton tras Monza. HUNDIMIENTO Los dos Red Bull acabaron abandonado con el alternador fundido por falta de refrigeración, el mismo problema de Valencia, en el mismo escenario de temperatura, más de 40 grados en pista. Jenson Button también pagó el calor con el abandono cuando era segundo. Así que cuando Alonso llegó a la altura de Massa, el brasileño no opuso resistencia. Alonso era ya segundo, pero Sergio Pérez, con una estrategia diferente (pudo elegir –salía 12°– arrancar con gomas duras) llegó como un tiro en el tramo final. “No tenía nada que hacer ante él, además, no era mi guerra”. señaló el poderoso líder. La suya es ahora contra Hamilton, que ganó sin oposición con el coche más rápido, un binomio temible, el peor rival, palabra de Alonso.