Herencias altruistas
La figura del legado solidario prevé la posibilidad de hacer beneficiarios a entidades sociales Oenegés y fundaciones promueven esta práctica como forma de financiación
Miles de ciudadanos donan mensualmente una cantidad de dinero a oenegés y fundaciones sociales para que estas puedan seguir adelante con sus proyectos, pero pocos conocen otra forma de colaborar: legar una parte de la herencia a las entidades sociales. “En Catalunya existía una gran tradición por parte de las grandes fortunas de dejar una parte a la beneficencia, pero se ha ido perdiendo”, comenta el vicedecano del Col legi de Notaris de Catalunya, José Alberto Marín.
Para frenar dicho descenso y con motivo del Día Internacional del Legado Solidario, que se celebra el 13 de septiembre, en las ciudades españolas se ven desde hace semanas anuncios bajo el lema Legados solidarios, ¿firmarías por dejar un mundo mejor? Es parte de una campaña iniciada por 25 entidades sociales y que pretende informar de este tipo de colaboración.
“El 80% de las personas que fallecen y que poseen algo que dejar a sus herederos hacen testamento y aunque no hay cifras de cuántos de ellos legan una parte solidariamente, en general son pocos”, explica Marín. Eso se debe sobre todo a que antes se percibía mucho
LA TENDENCIA
“Antes había una tradición entre las grandes fortunas a dejar algo a la beneficencia, pero se ha ido perdiendo”
más la necesidad, pero hoy en día el Estado cubre la mayoría de las necesidades básicas y se ha ido perdiendo, agrega.
La coordinadora de Unicef en Catalunya, Guiomar Todó, consi- dera que los legados solidarios son “una aportación muy valiosa” para cualquier entidad porque proporcionan flexibilidad y al mismo tiempo cubren emergencias. La percepción de una herencia o parte de ella permite a las entidades sociales tener “mucha visión de futuro con los proyectos y trabajar a largo plazo”, y en caso de emergencias sociales “es mucho más rápido tener una cantidad reservada que abrir una cuenta”, asegura Todó.
En el caso de Unicef, durante los últimos años ha visto cómo crecían las aportaciones provenientes de herencias, que ya son un 8,7% del total. “Del 2009 al 2011 hemos pasado de recibir unos 3 millones anuales a 4,5 millones, y tenemos expectativas de que siga creciendo”, explica.
Aún así, la mayoría de legados solidarios provienen de parejas sin descendientes o de personas muy involucradas en las causas sociales que lo ven como una continuación de su colaboración en vida. Por ello, las 25 entidades impulsan esta campaña para dar a conocer esta posibilidad dentro del testamento. Además de la publicidad, cualquiera de las oenegés o fundaciones adheridas ofrece información a través de una llamada telefónica y, en el caso de Unicef, cuenta con un despacho de abogados que asesora de forma gratuita a los interesados y realiza charlas para notarios con el objetivo de que puedan informar a los firmantes.
“Es una manera segura de dedicar la herencia a dejar un futuro mejor y lo valoramos mucho porque supone un acto de confianza en la entidad”, explica Todó, que añade: “Por eso queremos abrir el abanico de personas que optan por ello y mostrar que se puede combinar con dejar una herencia a los hijos no es incompatible”.