Costó derribar el muro
empieza a dar problemas.
El dominio fue total de los locales aunque espeso de juego. En ello tuvo mucho que ver el buen planteamiento defensivo de los hombres de Mario Ballesteros, impecables. Toda una tela de araña que impedía las triangulaciones placentinas, el trío Berto, Carlinos y Javi Bravo, incluso se entorpecían a veces. La única oportunidad clara de la primera mitad la protago- nizó Gilarte que remató, completamente libre de marca, un balón proveniente de un saque de esquina, el meta Trejo salvó a su equipo con una soberbia estirada a mano cambiada. Luismi en el 32 logró también disparar, aunque fuera, un centro de Caballero. El Valdelacalzada tan sólo intentaba los pases largos a Sergio, demasiado aislado en ataque.
En l a s e gunda mitad, e l guión no cambió, aunque la noticia fue el primer tirito a puerta, por llamarlo de algún modo, del conjunto visitante, obra de Marcos. CHENCHO, EL REVULSIVO La salida al campo del debutante Chencho cambió el panorama y el Plasencia llegó más y mejor, a ello ayudó también la caída a la banda de Sergio Sánchez. En el minuto 71 Luismi pudo inaugurar el marcador, pero su buen remate de cabeza lo desvió in extremis Trejo. Cuando ya se olía el empate, un buen centro de Chencho lo cabecea Barbero, el balón ya parecía entrar, pero por si acaso Luismi lo remachó en la misma línea de gol, era un premio a la constancia. Javi Bravo remachó el resultado con el 2-0 en el 88. Le llegó un rechace tras un córner, remató desde fuera del área y el balón cruzó un bosque de piernas para alojarse en las mallas pegado al palo. Merecida victoria de los de David Salvo, ante un equipo al que le costará hacer goles.
La anécdota al final del encuentro fue que un juez de línea perdió de su bolsillo la llave de su vestuario. Era curioso observar al trío arbitral recorrer toda la banda buscándola, al final no apareció.