El PSOE se endurece
Periodista
El último Comité Federal del PSOE alumbró un lema para seguir tirando en la incierta aventura política iniciada por Rubalcaba tras la caída de Zapatero. A saber: España no se merece una oposición dura pero el Gobierno del PP sí. La ecuación permite aparentar que no se ha revisado el compromiso de ejercer una oposición “útil y responsable”. Al tiempo el PSOE se dispone a demostrar a los españoles que “el 1 de septiembre ha comenzado el invierno de Mariano Rajoy”.
Así, lanza propuestas como una reforma fiscal más justa, una ley de estabilidad social y unos Presupuestos alternativos para 2013, mientras denuncia con renovado vigor el fracaso de la política económica del Gobierno, tacha al PP de representante de “la derecha antisocial e incompetente” y le acusa de no haber dejado títere con cabeza. Son mensajes salidos de la rueda de Alfredo Pérez Rubalca- ba, después de terminar la reunión a media tarde del domingo pasado. En coherencia con los mismos, el líder socialista se refirió a las dificultades que a partir de ahora tendrá su partido para entenderse con Moncloa en asuntos de interés general, pues dice estar cansado de ofrecer pactos que el Gobierno rechaza de forma reiterada. “El PP se ha quedado arrogantemente solo y eso es malo para España”, dijo Rubalcaba el domingo.
Tiene razón. Eso es malo para España. Y para los españoles, y para el Gobierno, y para el PP, y para los socialistas. Dicho sea en vísperas de la decisión que ha de tomar el Gobierno respecto a la ayuda ofrecida por el Eurogrupo según el plan expuesto el jueves de la semana pasada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
Asunto de mayor cuantía y, desde luego, una prioridad nacional que debería desplazar los intereses electorales de unos y otros (Galicia y el País Vasco, lla-
El PSOE no piensa apoyar al Gobierno si una eventual solicitud de rescate, conlleva nuevos recortes sociales
mados a las urnas el día 21 de octubre). Pero la posición oficial del PSOE es la de que no piensa apoyar al Gobierno si una eventual solicitud de rescate, en los términos del plan Draghi (compra directa e indirecta de deuda española), conlleva nuevos recortes sociales. Al menos podría haber dicho Rubalcaba que tratará de pactar esos recortes. Sin embargo su tono fue claramente negativo, como si ya hubiera decidido dejar solo a Rajoy a la hora de tomar la gran decisión: morir de pie (España, más chula que nadie, no pide ayuda exterior porque sería humillante) o vivir de rodillas (se acepta la ayuda a cambio de hacer lo que nos manden).
El caso es que también el Gobierno del PP está haciendo las cosas con un ojo puesto en la prima de riesgo y el otro en las elecciones vascas y gallegas del mes que viene. En realidad aún no ha tomado una posición. Nos ha pedido “calma” porque “las consecuencias de acudir a esta modalidad de ayuda financiera serán para todos los españoles y durarán muchos años”. Y las consecuencias de no hacerlo, también. Razón más para que el paso se dé cuanto antes y de acuerdo con el principal partido de la oposición. Pero me parece que el PSOE no está por la labor.