Lo que está pasando...
Historiador
Apesar de la desazón que cunde, en esta hora de hosco perfil, llena de sobresaltos, hay otras noticias: algunas eróticas, como la astracanada de la concejala Olvido; amargas, como el sombrío caso Bolinaga; festivas, como la Eurovegas de Adelson; glamurosas, como Merkel en la Moncloa, que ha achicado a la Thacher; o como el discutible órdago de Cospedal, y la movilización de la UVT, destacándose las fiestas de Guadalupe, pero “sin referencias ni actos a favor de su extremeñidad”; con la traca de un Obama, al que ‘lastra’ el paro, mas no quiere dejar su Imperio en manos de Romney. Pero en este carrusel, hay un leit motiv que nos absorbe: la economía, plagada de costuras, sobre la que se perora en tertulias y cafés, o se discute en foros, con acalorados debates, cínicas contradicciones y pujos arbitristas. Mientras, topamos con esta pintada: “¡tengo hambre!”(sic); o con alguien que explora contenedores, o se sienta en la acera con su cartón de pobre. Hace poco, quizás, tenían su trabajo honrado, pero, hoy... No son escenas de posguerra, sino de ahora mismo, tras vivir muchos cual burgueses y gastar como ricos. Hay testimonios que exigen soluciones urgentes, cuyo listado de necesidades no caben en este artículo, cuando abundó derroches y despilfarros, con sueldos astronómicos, y obscenos los precios que pagaban, y pagan, por algo superfluo. De ahí que crezcan, cual setas ruidosas, plataformas pidiendo silla y mantel en la mesa de todos, para comer lo que halla, sin quedarse bajo las estrellas, en noches de algaradas. ¿Demagogia? No.
En este carrusel, hay un ‘leit motiv’ que nos absorbe: la economía, plagada de costuras
Realidad sangrante. Esperemos que esto cambie, pues sólo “el que espera, según Unamuno, vive”.
¿Y esto se arreglará? A última hora, el presidente del BCE, Mario Draghi, decidía comprar deuda soberana, previa petición de rescate y bajo estrictas condiciones de ajuste, lo que ha producido, por ahora, vigor en la bolsa y euforia en los mercados, mientras se aconsejó a Rajoy continuar con sus deberes. Mas, en su ‘atolladero’, sopesa la oferta. Por eso, con este alivio, estamos condenados a soltar lastre del voraz consumismo, si queremos retener los pilares del bienestar social, en este país esquilmado. Por lo que, por mucho que truene, por muchoIVA que pagar, y quema de bosques, por miserables pirómanos, todos al remo. Tenemos ejemplos excelsos de superación en nuestros atletas paraolímpicos, cuya voluntad nos asombra, y, cómo no, en las cuatro nuevas Medallas de Extremadura, tierra que nunca se arrugó ante la adversidad, para ser “árbol respirable y habitable, empeñado en florecer y dar fruto”, según Pureza Canelo.