Gonzalo y la resonancia a medias
La avería en una máquina obliga al central del Cacereño a esperar hasta hoy para conocer el alcance de su lesión en la rodilla derecha Cobos da dos días de descanso a los jugadores
Hace tres semanas, los clubs de Tercera División amagaron con ir a la huelga si no se solucionaban los problemas con la mutualidad de futbolistas, que la temporada pasada no funcionó todo lo bien que debiera y algunos jugadores tardaron más tiempo del esperado en recuperarse de sus lesiones. Al final, y tras la intervención del director general de Deportes, todo se quedó en eso, en un amago. Lo que sucedió ayer fue, sin duda, algo aislado, imprevisto, que nada tiene que ver con la situación anterior, pero no deja de ser curioso que Gonzalo Llerena, central del Cacereño, se quedara a medias en una resonancia magnética porque el aparato que las hace se estropeó. El central verde, que el domingo en Melilla tuvo que retirarse en el minuto 27 tras oír un “chasquido” en su rodilla derecha, deberá esperar hasta hoy para conocer el alcance de su lesión.
El menisco, que le tendría apartado de los terrenos de juego tres o cuatro meses, o la temida triada (para toda la temporada) son los diagnósticos más posibles, aunque nadie en el club quiere especular con una u otra opción hasta que no estén los resultados de la prueba médica.
“Nos ha asustado bastante”, reconoció el técnico del Cacereño, Julio Cobos, que el próximo domingo, si Mario Carrizosa no se recupera (el azuagueño también está tocado), tendrá que inventar algo para
LA LESIÓN
El central se retiró en Melilla tras oír un “chasquido” en su rodilla
el eje de la defensa. De momento, ha dado dos días de descanso a los jugadores (ayer y hoy) y mañana volverán al trabajo para preparar el partido ante el Jaén, que llega con dos viejos conoci-