Cáritas alerta de que no recibe la ropa de los contenedores
Las prendas recogidas por la oenegé disminuyen, pero no la demanda Sus usuarios solicitan ropa de niño por el inicio del nuevo curso escolar
El ropero de Cáritas situado en la calle Trujillo recibe cada día menos donaciones de ropa y calzado. Las voluntarias que trabajan en este servicio de forma solidaria han querido alertar a la población placentina de la situación que viven desde que se puso en marcha la recogida de ropa y calzado mediante contenedores.
“Mucha gente piensa que la ropa que deposita en esos contenedores nos llega a nosotros pero no es así. Nosotros no queremos ir en contra de nadie solo queremos que se informe de lo que está sucediendo y que la gente sepa el destino de la ropa que dona”, explicó Juli Díez, voluntaria del ropero de Cáritas. Las voluntarias de esta oenegé opinan que habiendo necesidad en la ciudad las donaciones deberían ser para los placentinos que lo necesitan.
“La realidad es que cada día nos llega menos ropa pero el número de usuarios aumenta. Y lo más triste es que son familias de clase media que están en el paro por la crisis que vivimos actualmente y se ven obligados a acudir a este servicio”. DESDE JUNIO Estos contenedores de color gris y morado están situados por diferentes puntos limpios de la ciudad desde el pasado mes de junio. En estos meses de funcionamiento, el número de donaciones en los 22 contenedores ha ido aumentando considerablemente.
Las voluntarias del ropero reconocen la comodidad de este servicio para los usuarios. “Para la gente es más fácil depositar la ropa en un contenedor situado al lado de casa que tener que co- ger el coche o ir caminando con la carga hasta el ropero”. NECESIDADES Con el inicio del nuevo curso escolar hasta el ropero de Cáritas se acerca gente pidiendo sobre todo ropa de niño. “Nos preguntan por ropa deportiva para niño, zapatillas y hoy mismo hemos dado lo último que nos quedaba”, indicó Díez. También este ropero necesita ropa de cama y de hogar.
En este ropero están abiertos a todo lo que se quiera donar. Hasta sus instalaciones han llegado vajillas, cuberterías, maletas, bolsos o cinturones. “Nosotras recogemos todo lo que nos quieran traer porque siempre habrá alguien que lo necesite. Si alguien quiere donar material escolar pues también lo aceptamos porque nos l o piden”, aclaró Juli Díez.
El ropero está abierto al público de lunes a viernes entre las 11.00 y las 12.00 horas, “porque es imposible gestionar toda la ropa que nos llega con tan pocas voluntarias“. El resto de horas las voluntarias clasifican las prendas por tallas, sexo y estacionalidad.