Azzedine Alaïa
de París en los años 80 y 90, cuando las Linda Evangelista, Cindy Crawford y Naomi Campbell desfilaban por las pasarelas. Otras de sus ilustres clientas fueron la primera dama estadounidense Michele Obama, la cantante pop Madonna y la actriz francesa Marion Cotillard.
Nacido en una familia de agricultores en Túnez, Alaïa, que siempre vestía un atuendo negro de aire asiático, se inició en las casas de moda francesas Christian Dior, Guy Laroche y Thierry Mugler, para acabar creando su empresa. Discreto, alérgico a la promoción y alejado de la prensa, rara vez participó en la Semana de la Moda de París, ya que celebraba sus desfiles en petit comité en su ateleier-boutique de Marais.