El juez Marchena
Durante el juicio del procés he oído voces de todos los colores hablando bien del juez Marchena. Pero, ¿cuántas veces no hemos escuchado el ruido de las apariencias interesadas por fuera y hemos sentido, por dentro, que la verdad era bien distinta? ¿Es que no tiene Marchena ningún amigo en Europa que le advierta del desastre que está siendo este juicio, y de la catástrofe que significaría mantener en prisión a los líderes catalanes desde hoy mismo hasta el día de la sentencia? Y si lo tiene, ¿ninguno de sus amigos europeos es lo suficientemente solidario, responsable y valiente como para declarar en público que está advirtiendo a Marchena?
¿Tan ignorada y aislada sigue España de Europa como para que a los políticos europeos no les merezca la pena dedicar un tiempo a hacer política para resolver el «asunto España» y, como si fueran políticos españoles de los peores,
prefieran también dejar todo el conflicto en manos de la justicia, en este caso, la europea?
¿Acaso en Europa siguen teniendo miedo a nuestros Tercios de Flandes? Debe ser eso. Ahora entiendo la jura de bandera española organizada para el día 23 de junio por el Gobierno de España. Se celebrará a bordo del buque escuela de la Armada, el Juan Sebastián Elcano, amarrado en el puerto de Kiel, que no por casualidad pertenece al land alemán de Schleswig-Holstein, el mismo cuya justicia puso en libertad al presidente Puigdemont. Y también entiendo que en España hemos estado pagando, con impuestos recaudados democráticamente durante 40 años, los sueldos de jueces y fiscales que parecen franquistas y que nos mantienen como los bichos raros de Europa. Una mujer de 32 años y madre de dos hijos se suicida por la difusión no autorizada de un vídeo privado de carácter sexual grabado años atrás y del cual era protagonista, y resulta que llega a ser la grabación más buscada en portales de contenido pornográfico.
Más allá de las implicaciones jurídicas, llama la atención la laxitud mostrada en cuestión de valores, lo cerca del suelo que puede estar el listón ético.
¿Rastrear el terreno digital en busca de unas imágenes que desprecian el deseo de intimidad de una persona presuntamente acosada y muerta de forma trágica?
En materia de estimulación sexual no hay reglas fijas y universales; sin embargo hay situaciones que, contempladas desde una perspectiva equilibrada y respetuosa, desactivan el sensor de la excitación de manera automática.