La misma petición fue realizada hace un cuarto de siglo en la misma institución
«Informe Ibarra». Así se denominó el dictamen aprobado por el Comité de las Regiones en 1995 en las que se reclamaba a las instituciones comunitarias subvenciones para paliar la pertinaz sequía que asolaba a Extremadura y a buena parte del sur de Europa. Fue defendida por el entonces presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y asumida posteriormente por la Comisión Europea y por el Parlamento en los mismos términos en que fue ratificada, a pesar de que Bruselas era reacia en ese momento a otorgar ayudas por la sequía a las regiones afectadas por la misma. Su defensa, elogiada y aplaudida por los miembros del Comité de las Regiones, era que «ante problemas excepcionales hay que aplicar medidas excepcionales», unas medidas que no se podían prolongar en el tiempo, aunque en ese momento podían paliar la incidencia negativa en el desarrollo socioeconómico de los países mediterráneos. El programa de ayudas se dotó con 24.000 millones de pesetas para mejoras hidráulicas.
chos hospitales de la UE». Una reclamación que Vara va «a seguir planteando tantas veces como sea necesario», con el objetivo de que a partir de 2020 se pueda «iniciar, tanto la segunda fase como la construcción nueva, todos los trámites para que pueda ser una realidad».
«Estamos en un momento crítico, no creo que de ya tiempo con la presidencia finlandesa, tendrá que ser con la croata, la definición de un marco financiero plurianual», señaló el presidente extremeño, quien resaltó que a partir de ahí tendrá que fijarse «cuándo va a entrar en vigor la nueva PAC y cuándo se va a conocer el nuevo programa operativo».
Fernández Vara defendió que «la esencia de los fondos de cohesión, que son fundamentalmente intentar reducir esa brecha, nos tiene que seguir permitiendo a las comunidades que tenemos mayores dificultades» y resolver los problemas tienen planteados.