El Partido Republicano pide en el Congreso sanciones contra Turquía
La decisión del presidente de Estados Unidos de retirar a sus tropas del noreste de Siria para no interferir en la operación militar turca contra los kurdos ha levantado una oleada de críticas en las filas republicanas, así como entre sus aliados evangélicos, justo cuando más apoyo necesita para resistir el proceso de destitución que enfrenta en el Congreso. Los conservadores le han reprochado que haya «abandonado a los kurdos», que han sido los mejores aliados de EEUU en el conflicto sirio, al dar luz verde a la invasión turca, una decisión que han definido como «inmoral» y «el peor error de su presidencia». Con apoyo demócrata, sus correligionarios han introducido un proyecto de ley en el Congreso para sancionar a Turquía con medidas punitivas como un veto a las transferencias de armas.
Es muy poco habitual que los republicanos se desmarquen de Trump, un presidente que, por encima de todo, exige lealtad a sus aliados políticos. Pero esta vez se ha quedado solo. Las críticas no solo le han llovido desde el ala neoconservadora del partido, también de sus líderes en el Congreso y la caja de resonancia del electorado evangélico, que ve en los kurdos el mejor escudo para proteger a los cristianos de la región. El rechazo a la postura de Trump es compartido por el Pentágono y sus aliados europeos.