Más rabia e indignación ante la injusticia racial
Las protestas en EEUU se reactivan después de que tres policías blancos salgan indemnes tras matar a una mujer negra
Los espasmos de indignación contra la brutalidad policial y la injusticia racial que sacuden Estados Unidos desde el pasado mayo han encontrado nuevos argumentos. Un gran jurado de Louisville (Kentucky) dejó el miércoles sin castigo a los tres policías blancos que mataron en marzo a la afroamericana Breonna Taylor tras irrumpir en la vivienda que compartía con su novio durante una investigación en la que se equivocaron de sospechosos. El controvertido veredicto del jurado popular solo acusa a uno de los policías, pero no lo hace por disparar contra Taylor, sino contra los ocupantes de una casa colindante. La resolución judicial fue recibida con protestas en Louisville y otras capitales estadounidenses.
Los incidentes más graves se produjeron en la capital económica de Kentucky. Dos policías resultaron heridos de bala durante la larga jornada de protestas, según las autoridades locales. En anticipación del fallo, la ciudad se había parapetado con tanquetas y policía militarizada. Hubo más de un centenar de arrestos, gases lacrimógenos y encontronazos con los manifestantes, que reaccionaron al fallo con una mezcla de incredulidad y rabia. Esa misma frustración, acentuada tras conocerse que el único policía imputado salió de la cárcel tras pagar una fianza de 15.000 dólares, se extendió a otras capitales como Nueva York, Los Ángeles, Kansas City, Dallas y Filadelfia.
El nombre de Breonna Taylor ha sido uno de los gritos de guerra de Black Lives Matter, el movimiento que ha liderado las protescial tas contra el racismo de los últimos meses.
Información oculta
Pero esa justicia se había movido hasta ahora con lentitud y escasa transparencia. La ciudad se negó a hacer públicos los informes de la autopsia o las imágenes que grabaron las cámaras de los agentes vestidos de paisano que irrumpieron en su casa con una orden judiobtenida para una investigación de narcóticos. Dentro no encontraron drogas ni al sospechoso que buscaban, quien tuvo una relación con Taylor.
En su lugar se toparon con la víctima, una técnica de emergencias de 26 años que dormía cuando derribaron la puerta, y su novio, Kenneth Walker, quien disparó contra los agentes con un arma legal antes de llamar al 911 para advertirles de la aparente irrupción de intrusos en su casa. Walker salió indemne del encontronazo, pero Taylor, que iba desarmada, recibió ocho balazos. «Es una decisión escandalosa y ofensiva», dijo el abogado de la víctima tras conocerse el veredicto.
Los letrados de la policía sostuvieron durante el juicio que los agentes dispararon para protegerse y que se identificaron antes de entrar en la vivienda, una afirmación negada por Walker y varios testigos. Pero los agentes han contado con el respaldo del fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, el primer afroamericano en ocupar el cargo en la historia del estado. Republicano y muy cercano al presidente Trump, Cameron defendió el veredicto y la actuación de los policías.
HLa primera reacción crítica al nuevo pacto para la migración y el asilo anunciado el miércoles por la Comisión Europea no se ha hecho esperar. El primer ministro de Hungría, el conservador Viktor Orbán, uno de los líderes europeos más díscolos respecto a las políticas con los refugiados, consideró ayer que la normativa propuesta por Bruselas no significa «un gran avance», a pesar de que endurece las condiciones para los solicitantes de asilo. Las reticencias de Orbán recibieron el apoyo de Polonia, República Checa y Eslovaquia que, junto a Hungría, forman parte del denominado Grupo de Visegrado (V4).
«El gran avance vendrá cuando se acepte la propuesta húngara que dice que nadie puede pisar la Unión Europea sin tener el permiso para hacerlo o sin que su petición de asilo sea aceptada. Hasta ese momento tienen que permanecer fuera del territorio de la Unión Europea», dijo el primer ministro húngaro.
La nueva propuesta de Bruselas permite a los estados miembros evitar la acogida de refugiados y facilita y agiliza la expulsión
La Unión Europea rechazó reconocer a Alexander Lukashenko como presidente de Bielorrusia al día siguiente de haber asumido su sexto mandato presidencial, anunció ayer el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
«La elección del 9 de agosto no era libre ni equitativa. La Unión Europea no reconoce los resultados de las personas que se encuentren en territorio europeo en situación irregular.
La normativa del Ejecutivo de la UE establece, sin embargo, que aquellos estados miembros que se nieguen a acoger a inmigrantes tendrán la responsabilidad de reenviar a sus países de origen a los que logren entrar o permanezcan de forma irregular, un requerimiento que el Grupo de Visegrado rechaza con firmeza. «Fundamentalmente carece de sentido, porque si no aceptamos migrantes, no podemos reenviarlos» a sus países, argumentó ayer el ministro de Exteriores checo, Andrej Babis.
«El enfoque básico no ha cambiado porque quieren administrar la migración pero no contener a los migrantes. Y son dos cosas distintas», insistió Orbán, que ayer se reunió en Bruselas – junto a sus homólogos Igor Matowic, de Eslovaquia; Mateusz Morawiecki, de Polonia, y el checo Babis– con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Para el primer ministro húngaro, el nuevo plan no representa «una ruptura». Por su parte, Morawiecki afirmó que el V4 defiende «políticas de más rigor y eficiencia en el control de fronteras, y ayudas a áreas que constituyen una fuente de migrantes a Europa». falsificados. En consecuencia, la supuesta «investidura» del 23 de septiembre y el nuevo mandato que invoca Alexander Lukashenko no tienen ninguna legitimidad democrática» y «contradicen directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa», afirmó Borrell en un comunicado.
La UE está considerando la posibilidad de sancionar a Lukashenko, según informaron fuentes diplomáticas. La cuestión se discutirá en la cumbre de los líderes de la UE el próximo 1 y 2 de octubre en Bruselas.
HH