«La situación del sector es ahora mismo asfixiante»
El Silencio y Le Salon son los dos locales que regenta Julián Monge en la calle Moreno Zancudo. Las restricciones le han obligado a prescindir del 50% de los veladores, las barras de los dos establecimientos y a reducir las mesas en uno de ellos. «Ha bajado un 60% de la facturación desde el lunes», afirma. «La situación es ahora asfixiante», lamenta Monge, quien suma a las limitaciones de aforo el «pánico» que han generado estas medidas en el público. «Los empresarios deberíamos ser la joya de la corona y nos están tratando como a delincuentes», denuncia. Cree que las nuevas restricciones son «un sinsentido» y recuerda que está en juego el empleo de miles de personas. «Hay profesores con 30 alumnos en un aula y yo solo puedo tener cuatro mesas en mi terraza, ¿quién entiende eso?», se pregunta, al tiempo que cree que deberían haberse adoptado las limitaciones en función del tipo de licencia de los establecimientos, y no de manera general. Asegura que la hostelería está unida y que saldrá a la calle para tratar de salvar al sector.