Beneficiario de la tubería, que dejará en sus arcas 5.100 millones de euros
rior» y «para los objetivos climáticos europeos», La Izquierda –partido conformado por excomunistas y antiguos socialdemócratas– cree que su paralización sería un golpe a las decisiones soberanas de Alemania sobre su propio abastecimiento energético.
Para el Kremlin, la suspensión del proyecto Nord Stream 2 constituiría un enorme varapalo económico en un momento de necesidad para las arcas económicas de Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha reiterado que se trata de una infraestructura que beneficiará a ambos países. «Hay que dejar de mencionarlo en medio de cualquier politización; es un tema comercial completamente en línea con los intereses de Rusia y de países de la Unión Europea, en particular Alemania», declaró el portavoz del Kremlin. Como medida adicional de presión, Gazprom envió un buque desde San Petersburgo a Mukran, la base de suministros de la polémica tubería en Alemania.
Según la consultoría Artur D Little, el principal país beneficiario de la tubería a concluir es Rusia, con un impacto superior a los 6.000 millones de dólares (5.100 millones de euros) en su economía, seguido por Alemania, aunque con un impacto cercano a la mitad.
Existe en Europa toda una corriente de pensamiento que cada vez más hace sentir su voz y que abomina de la idea de entregar tan jugosa cifra a un país que en el fondo es un enemigo y apoya abiertamente movimientos eurófobos y de ultraderecha, e incluso se investiga si estos reciben algún tipo de financiación por su parte.
Uno de los principales inconvenientes del proyecto radica en que deja en muy mala posición a Ucrania, país por el que atraviesa la tubería Nord Stream 1 y una importante fuente de ingresos para el país eslavo. En esta línea se manifiesta Andriy Kobolev, presidente de Naftogaz, la empresa estatal del petróleo y el gas de Ucrania, quien ha declarado que si Nord Stream 2 es finalizado, su país perderá 3.000 millones de dólares, «una cantidad muy importante» para la economía del país.
Además, la primera tubería concede al Gobierno de Kiev uno de los pocos elementos de presión con que cuenta frente a sus disputas con su poderoso vecino del este, con el que mantiene en la actualidad importantes diferendos.
El paso del gas por territorio ucraniano hacia los mercados en Europa Occidental y Central depende de la buena voluntad de Kiev, que siempre puede cortar el suministro. Si el Nord Stream 2 comienza a funcionar, esa palanca frente a Moscú desaparece.
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