Sextorsión desde África
En Marruecos del Málaga Club de Fútbol Víctor Sánchez del Amo se organizó en bitcoins para no difundir un vídeo sexual suyo
Víctor Sánchez del Amo, entonces entrenador del Málaga Club de Fútbol, recibió a finales del año pasado un vídeo de una mujer desnuda que le animaba a masturbarse. Luego, le habían grabado y le exigieron un pago de 20.000 euros a cambio de no difundir esa grabación.
El pago, le explicaron, debía hacerlo en bitcoins, la moneda virtual o criptomoneda, para evitar dejar rastros. Las investigaciones de la Policía Nacional sobre los organizadores de ese chantaje sexual han llevado hasta Marruecos, según ha podido saber EL PERIÓDICO.
Las IP (direcciones electrónicas) de los ordenadores desde los que se enviaron las imágenes sexuales que hicieron de cebo para el exentrenador, y desde los que luego se le chantajeó, están en Marruecos. Por ello, el juzgado número 10 de Málaga, encargado de las investigaciones, ha enviado una comisión rogatoria al país alauí para poder culminar las pesquisas y detener a los implicados en el caso.
El pasado enero, Sánchez del Amo denunció que estaba sufriendo una extorsión. El vídeo que le habían grabado estaba siendo diamistad,
El chantaje al exentrenador
Le exigían 20.000 euros
fundido por las redes sociales. Hasta 900 usuarios lo retuitearon. La policía detuvo luego a seis personas por compartir esas imágenes íntimas.
El que fuera jugador del Real Madrid y del Deportivo de La Coruña explicó luego que esos chantajes sexuales «pueden acabar en suicidios» para algunas personas que los sufren. Su club, el Málaga, decidió despedirlo tras el escándalo. Posteriormente, los tribunales declararon improcedente ese despido y ambos, club y exentrenador, llegaron a un acuerdo económico.
Las tramas de sextorsión han afectado en los últimos años a más de 10.000 españoles, según fuentes policiales y de la Guardia Civil. Entre ellos, figuran periodistas, futbolistas, funcionarios, trabajadores de casi todos los sectores y hasta un sacerdote.
Se utilizan como gancho imágenes de mujeres atractivas que se envían por las redes a los perfiles de candidatos a víctimas. Si el hombre acepta sus solicitudes de