Un quiosco que invita a leer
Monta una `mini biblioteca' para los mas pequeños del barrio
Emprender y ayudar. Esa era la idea de José Antonio y Marisol, propietarios del quiosco La Pilara, cuando decidieron abrir su negocio en esta barriada. Se trata de una urbanización de reciente creación, que apenas cuenta con servicios, no hay tiendas y mucho menos biblioteca. Solo el bibliobus se deja ver algunos días de la semana. Para dar cobertura diaria a los pequeños lectores del barrio, esta pareja decidió montar una `minibiblioteca' en su quiosco.
Hace algo menos de dos años que estos emprendedores, vecinos también de la urbanización, se pusieron al mando del único punto de venta que existe la barriada: su quiosco. Además de abastecer de productos de alimentación y chucherías, quisieron dar un paso más y convertirse en algo más que un negocio. José Antonio tuvo la idea de prestar un servicio extra de biblioteca infantil gratuita, utilizando uno de los expositores del quiosco para que los niños tuvieran la colección de libros a la vista y fomentar así el hábito de la lectura entre los más pequeños del barrio.
El préstamo de libros, según cuenta José Antonio, empezó «con los libros que teníamos en nuestra casa. Después compramos algunos más y también de donaciones que nos hicieron». No hay un límite de días para que los ejemplares sean devueltos por las familias y «solo anotamos el nombre, para saber quien lo tiene. Lo mismo lo utilizan tres días que dos semanas, eso no importa», añade. Tampoco hace falta inscribirse como socios, solo hace falta tener ganas
Este negocio de La Pilara
de leer. « Intentamos ayudar en todo lo que se hace en el barrio y también a incentivar la lectura», argumenta el promotor de esta `mini biblioteca'.
Debido a la pandemia, y para garantizar todas las medidas de seguridad a los lectores, «los libros los desinfectamos para que cualquiera pueda llevárselo con la tranquilidad y la seguridad que merece», explica José Antonio.
Desde que ofrecen este servicio, son muchas las tardes que, si el tiempo lo permite, los niños de
La Pilara pueden disfrutar de la compañía de un buen libro mientras se comen sus bocadillos o están en el parque. Los propietarios del quiosco pretenden que esta iniciativa dure el máximo de tiempo posible, para que los más pequeños se aficionen a la lectura y disfruten de las historias y aventuras que se esconden en las páginas de los volúmenes que ponen a su disposición en la actualidad y de los que esperan poder ampliar en los próximos meses.
H