La diócesis espera desde hace 4 años el suelo para la iglesia de Cerro Gordo
El párroco remitirá un b nuevo escrito al alcalde para tratar de que se aceleren los trámites
Hace ya cuatro años que el arzobispado solicitó al Ayuntamiento de Badajoz una parcela en la calle Batalla de la Albuera para construir el que será el primer templo de Cerro Gordo, pero a pesar de que «la voluntad existe y es buena», aún no se ha atendido esta petición, según confirmó el párroco del barrio, Manuel Fernández Rico. En los próximos días, va a remitir un nuevo escrito al alcalde, Francisco Javier Fragoso, para tratar de que se agilicen los trámites de la cesión y poder disponer cuanto antes del suelo para la iglesia. «Nos dijo que no habría ningún problema, pero nos hace falta más certeza para poder empezar a planificar», señaló.
La parroquia San Juan Pablo II de Cerro Gordo se inauguró en octubre del 2016 en un local cedido por la asociación de vecinos. Ya desde el principio las limitaciones de espacio supusieron un problema para llevar a cabo diferentes actividades, que con la pandemia se ha visto agravado, pues la necesidad de guardar la distancia de seguridad hace inviable, por ejemplo, que se pueda impartir la catequesis. El párroco apunta que inicialmente pensó en utilizar el porche, pero lo descartó porque los días de frío no se podría usar, así que la idea es que la catequesis sea `online' de manera provisional y hasta ver la evolución de la situación sanitaria. En la barriada hay muchas familias jóvenes con hijos pequeños (entre 1.200 y 1.300 menores de 5 a 15 años, según sus estimaciones).
La parroquia dispone de un espacio para las celebraciones religiosas, con capacidad para unas 80 personas, un número que ahora se ha reducido a entre 15 y 20 a causa de la pandemia. Como en lugar de bancos se han colocado sillas, es más fácil mantener la distancia. Además, las instalaciones cuentan con un par de pequeñas salas de reuniones y una zona de despachos y usos múltiples, pero tampoco hay espacio suficiente en estas dependencias. La falta de metros también impide que se pueda contar con un almacén para los alimentos que entrega la Cáritas, por lo que desde la de Cerro Gordo derivan a los demandantes a la de la parroquia de San Pedro de Alcántara, en Suerte de Saavedra, pues ambas están asociadas.
El párroco de Cerro Gordo explicó que el arzobispado solicitó la cesión de la parcela de la calle Batalla de la Albuera, de 2.000 metros cuadrados, por considerar que sería la más adecuada, pero la decisión final corresponde al ayuntamiento.
Los planes del arzobispado cuando anunció que construiría un templo en Cerro Gordo, en mayo del 2016, eran que el nuevo complejo parroquial se levantara por fases y que la primera se pudiera empezar en el plaza de un año y medio, un tiempo que ya se ha superado con creces.
Fernández Rico explicó que la intención es construir un templo y otras dependencias parroquiales que den servicio no solo a los fieles, sino a toda la comunidad. La parroquia presta servicio a los vecinos de Cerro Gordo y también a los de la Urbanización Golf Guadiana, más de 6.000 habitantes en total. Se trata de levantar un edificio funcional, alejado de cualquier ostentación, con un templo con capacidad para entre 150 y 160 personas, con salas para la catequesis y un salón multiusos que se ponga a disposición de las necesidades de la barriada. La inversión no será desorbitada, sino que se ajustará a los tiempos que corren. Como las últimas parroquias que se han construido en la ciudad, la archidiócesis aportará una parte de la financiación, con ayudas de la Conferencia Episcopal, y para cubrir el resto se solicitará un préstamo, que se irá sufragando con las aportaciones de los fieles.
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