El papel del Rey desata durante horas otra bronca en el Congreso
Pablo Casado pide a b Pedro Sánchez que cese a su Gobierno por ser «desleal» a Felipe VI El republicano b Gabriel Rufián asegura que el Monarca es el diputado número 53 de Vox
Ni la pandemia, ni la crisis económica, ni siquiera la guerra entre el Ejecutivo central y el de la Comunidad de Madrid pudieron copar ayer el pleno del Congreso. Continuando con la tónica de los últimos días, Felipe VI volvió a convertirse en un protagonista ausente de una bronca que duró horas. Desde la bancada de la derecha se acusó al Gobierno de ser «desleal» con la monarquía; socialistas y morados advirtieron a la oposición del flaco favor que le hacen a la Corona con su férrea defensa; Gabriel Rufián situó al Rey como el diputado número 53 de Vox, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no pudo más que pedir educación en una sesión plenaria repleta de rifirrafes.
Pablo Casado fue el encargado de abrir la veda. Recriminó a Pedro Sánchez haber mentido en su promesa de «guardar y hacer guardar la Constitución con lealtad al Rey». A partir de ahí, el líder del PP le echó en cara su intento de subvertir «la legalidad cobardemente por la puerta de atrás» y de deteriorar las instituciones. «Si le queda algo de dignidad institucional cese a su Gobierno», terminó por espetarle al presidente del Gobierno en lo que sería solo el comienzo de una larga disputa en torno a la figura de Felipe VI.
Las críticas de Casado no fueron para el líder del PSOE más que «amenazas ficticias». Sánchez, que evitó pronunciarse sobre las críticas de los ministros morados al Rey, terminó su réplica con un aviso a Casado: «Se erige en defensor de la Corona. Vaya usted con cuidado, señoría, que antes se erigieron defensores de la unidad de España ante el independentismo y ya ve cómo acabamos». Mismo mensaje el de Pablo Iglesias: «Perdonen esta recomendación de un republicano: no nos hagan el trabajo, señorías».
También entró en la discusión el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que en respuesta a una pregunta de Vox volvió a explicar que la ausencia del Monarca en la entrega de despachos a los jueces en Barcelona fue una «decisión colegiada» con la Corona para proteger «la mejor convivencia de los ciudadanos» de Cataluña. Unas palabras que no gustaron al diputado ultra Ignacio Gil Lázaro, que sentenció que «el veto al Rey fue un acto rastrero y cobarde de este Gobierno para la sumisión de los golpistas».
Entre dimes y diretes, el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, esgrimiendo una fotografía del dictador Francisco Franco saludando a Felipe VI cuando este tenía 10 años, terminó por enardecer el ambiente. «Vox tiene aquí desgraciadamente 52 diputados pero en total tiene 53, porque tiene uno en la Zarzuela. He aquí lo dramático», sentenció, provocando protestas. Pero fue más allá y aseguró que Franco fue el único que, alguna vez, pudo votar al Rey.
Las críticas del diputado republicano catalán hicieron saltar a Casado de su escaño. Pidió la palabra y exigió, haciendo alusión al reglamento del Congreso, la retirada de las palabras de Rufián sobre la Corona por «verter conceptos ofensivos» sobre las instituciones. «Usted tiene la responsabilidad de no tolerar una acusación como la de ERC y el señor Rufián, diciendo que la Jefatura del Estado es autoritaria», le espetó Casado a la presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet entre gritos de apoyo y reprobación.
PRESIDENTE DEL GOBIERNO «Antes se erigieron defensores de la unidad ante el independentismo y ya ve [a Casado] cómo acabamos»
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también intentó intervenir, pero Batet la cortó: «Les pido por favor […] respeto, contención y saber escuchar; les pido educación en definitiva». Por esto, Ciudadanos presentará una queja por el comportamiento de la presidenta del Congreso, a la que acusa de «atentar contra la democracia» por haber «amparado» las «injurias» que, a su juicio, ha vertido contra el Rey el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y negarse a dar la palabra a la presidenta del partido naranja, Inés Arrimadas. Así lo aseguró el portavoz adjunto del partido naranja, que calificó lo sucedido como un «lamentable incidente». También fuentes populares avanzaron su intención de quejarse formalmente por la actuación de la presidenta Batet.
PRESIDENTE DEL PP
«Está [a Sánchez] degenerando las instituciones y arruinando a los españoles por un puñado de votos»
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