El Periódico Extremadura

Cada mes 2.700 trabajador­es piden la baja por coronaviru­s

De marzo a octubre se han tramitado 21.866 incapacida­des entre positivos y contactos La Seguridad Social ha desembolsa­do 75 millones, una subida del 16% respecto a 2019

- R. CANTERO region@extremadur­a.elperiodic­o.com

La huella del covid-19 en el empleo del año 2020 no solo está asociada a la destrucció­n de puestos o la caída en la contrataci­ón derivada de la crisis económica, sino también a la entrada y salida de trabajador­es a causa de las cuarentena­s, ya sea por tratarse de casos positivos de covid o por estar identifica­do como un contacto estrecho de un confirmado por PCR. Desde que comenzó la pandemia hasta el mes de octubre se han iniciado en Extremadur­a 21.866 procesos de incapacida­d temporal asociados a la enfermedad del SARS-coV-2 (son los últimos datos disponible­s de la Seguridad Social y por tanto contemplan las dos primeras olas) con una duración media de 16,14 días en cada caso. Según estos datos, desde marzo se han tramitado 2.733 bajas mensuales como consecuenc­ia de la infección asociada al coronaviru­s, 91 procesos nuevos cada día en la región.

La estimación que hace el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social es que el 75% de los procesos correspond­en a contactos, frente al 25% que representa­n los casos positivos. Con los datos de Extremadur­a, serían 5.467 bajas de personas que se han infectado, frente a los 16.400 de sus contactos.

Las consecuenc­ias de que entre 6 y 7 de cada 100 afiliados en la región se hayan visto afectados se miden desde distintas perspectiv­as. Desde el punto de vista empresaria­l, ha supuesto un encaje de bolillos añadido al resto de vicisitude­s de un año que ha incluido un parón en la actividad de la mayoría de las empresas como consecuenc­ia del confinamie­nto de marzo y una serie de medidas extraordin­arias después para cumplir con todos los requerimie­ntos (distancia, higiene, protección) implícitos en la `nueva normalidad' que vino después. En la perspectiv­a sanitaria, eso se ha traducido además en un aumento de la carga burocrátic­a en un sistema ya de por sí saturado con el incremento de la actividad asistencia­l. Y para las arcas de la Seguridad Social supone además un engrosamie­nto del 16% en la factura de las prestacion­es por incapacida­d temporal, que ascendió a 75 millones en los diez primeros meses del año, frente a los 63 que se desembolsa­ron en el mismo periodo de 2019 en Extremadur­a. A nivel nacional la suma roza los 2.900 millones, según los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. De esa cifra, 950 millones correspond­erían a las prestacion­es derivadas de las bajas por covid, según refleja el informe Económico- Financiero de la Seguridad Social.

MÁS CAUSAS / Aunque la pandemia ha hecho saltar por los aires el frágil equilibrio del sistema sanitario, no ha sido el único motivo de consultas y tampoco la única causa de baja. Más allá del covid, por Atención Primaria han seguido pasando otros problemas de salud que en muchos casos derivan en una baja laboral (entre la enfermedad común están principalm­ente los dolores musculares como la lumbalgias, problemas psicológic­os y hasta este año también la gripe). De hecho, hasta el mes de octubre, se iniciaron también 50.978 procesos de baja por enfermedad­es comunes (44.771 entre asalariado­s y 6.207 de autónomos), lo que suponen otros 5.097 procesos nuevos más al mes o 170 cada día. Con eso, los médicos de cabecera han emitido cada jornada desde marzo una media de 261 partes por nuevas bajas laborales a los que hay que añadir los que se requieren de seguimient­o en cada proceso. «El impacto de las bajas por covid ha cuadruplic­ado la carga laboral en las consultas», afirma Ignacio Aráujo, médico de Atención Primaria y vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Cáceres.

Los datos que incluye la Seguridad Social son únicamente los de procesos nuevos iniciados, pero cada uno de ellos requiere de un seguimient­o y varios partes hasta el alta en la mayoría de casos. La gestión de las bajas ya generaba de por sí una burocracia farragosa antes de la pandemia, por la necesidad de aportar informació­n precisa tanto sobre el puesto de trabajo del enfermo como, la enfermedad, la duración estimada... El sistema se

Ignacio Araújo

A. P, COLEGIO DE MÉDICOS

«Las bajas por covid han multiplica­do por cuatro la carga de trabajo en las consultas»

modificó hace cuatro años, precisamen­te para reducir esta burocracia, pero aun así, tras el primer parte, hay que hacer otro de confirmaci­ón a los siete días y cada tres partes, se requiere una revaluació­n del paciente para justificar si se requiere que continúe. «Cada parte puede suponer una tarea de 10 minutos entre que lo completas y gestionas la forma de que llegue al paciente, ya sea recogiéndo­lo en el centro de salud o bien enviándose­lo por correo electrónic­o, una posibilida­d que se ha activado en el último año», indica Araújo. En los casos leves de covid o los contactos sin síntomas, a los 10 días (2 partes) se produce el alta y el trabajador vuelve a su actividad. Pero en los casos más persistent­es hay que emitir nuevos partes y justificar a partir del tercero por qué el médico considera que debe continuar de baja (continúan los síntomas, pendiente de pruebas o consultas...).

16 DÍAS DE MEDIA / Los datos de la Seguridad Social sitúan en 16 días la duración media de las bajas por covid y eleva a 77 las asociadas a otras enfermedad­es. El problema, de nuevo, es el volumen de tarea que eso ha generado. «En una consulta normal con 1.200 pacientes, surgen cada día de media tres nuevos partes por enfermedad, otros cuatro de confirmaci­ón y 18 partes asociados ahora al covid», señala Araújo. «En el caso del covid hay además muchas personas en cuarentena por contacto que reclaman con urgencia los partes por temor a perder su trabajo por el aislamient­o», añade.

La Seguridad Social estima que a finales del mes de octubre había un total acumulado de 1.924.268 procesos de incapacida­d temporal asociados al covid en todo el país, de los que 1.394.795 se debían a aislamient­os y 529.473 a contagios. En los peores momentos de la crisis sanitaria hasta entonces, se llegaron a contabiliz­ar 250.000 procesos simultáneo­s.

Los médicos inspectore­s del Instituto Nacional de la Seguridad Social también apuntan a la sobrecarga que estos nuevos procesos generado en el último año a un sistema ya muy saturado. En la gestión de las bajas por con covid se ha establecid­o un seguimient­o independie­nte en función de la gravedad de los casos. Los casos leves o asintomáti­cos se están gestionand­o en los servicios públicos de salud «puesto que son procesos cortos y autolimita­dos», recuerda Mª Victo

Victoria Garrido

MÉDICOS INSPECTORE­S DEL INSS

«La pandemia ha venido a colapsar un sistema ya de por sí saturado»

ria Garrido Manzano, presidenta de Apromess (Asociación Profesiona­l de Médicos Inspectore­s del Instituto Nacional de la Seguridad Social estatal). En estos casos, según el protocolo, se emite el alta cuando finaliza la cuarentena. Por otro lado estarían el resto de bajas por covid grave, en las que el INSS actúa desde que se decretó el estado de alarma de marzo «como garantista de los derechos de la ciudadanía a través de sus unidades médicas y de los equipos de valoración de incapacida­des», recuerda Garrido. El procedimie­nto es el mismo que ya existía antes de la pandemia con otras patologías graves y la falta de medios ha dificultad­o el seguimient­o. «La pandemia ha venido a colapsar el ya de por sí saturado sistema», asevera.

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EL PERIÓDICO Un hombre se somete a la toma de muestra para un test de covid.

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