Las marchas en apoyo a Navalni se saldan con miles de detenidos
40.000 personas se b concentran en el centro de Moscú para pedir su excarcelación La esposa del b opositor se encuentra entre los ciudadanos arrestados ayer
Decenas de miles de personas, hasta 40.000 según los cálculos de la agencia Reuters, desafiaron ayer a las bajas temperaturas y las amenazas emitidas por el Gobierno de Rusia desfilando por el centro de Moscú para exigir la libertad del activista y líder opositor Alekséi Navalni, detenido hace una semana al regresar a su país después de recuperarse en Alemania de un intento de asesinato con veneno.
La jornada de protesta convocada por el Fondo contra la Corrupción, la oenegé a la que pertenece el bloguero arrestado, se celebró en cerca de un centenar de ciudades y poblaciones de la vasta geografía rusa. Al caer la noche de ayer, se había saldado con cerca de 2.500 detenciones por parte de la policía. Visto el éxito del llamamiento, Leónid Volkov, uno de los portavoces del movimiento opositor, invocó a sus partidarios a repetir de nuevo la acción el próximo fin de semana.
De confirmarse estas cifras, se trata de las protestas más multitudinarias vividas en Rusia en los últimos años. En esta ocasión, la policía y las autoridades no se anduvieron con paños calientes en los días y horas previas a la convocatoria: amenazaron a las redes sociales que publicasen llamamientos a salir a la calle, detuvieron a la cúpula del movimiento de Navalni, incluida a su esposa Yúlia, y a su numero dos, Liubov Sóbol, y previnieron a los eventuales manifestantes de los riesgos que asumían acudiendo a un acto no sancionado por el poder competente. El servicio de internet en el centro de la capital rusa no funcionó durante buena parte de la jornada.
Pero todo ello no logró disuadir a la enorme muchedumbre que se apretujaba a primera hora de la tarde en las aceras próximas a la céntrica plaza de Pushkin, punto de concentración. Muchos de ellos, como
Marina, de 28 años, profesora de danza en una escuela de artes escénicas, se definían hasta hace poco como «apolíticos», pero tanto los vídeos de investigaciones del bloguero como el trato que le han dispensado las autoridades han acabado por convencerlos de la necesidad de salir a la calle.
Tras el envenenamiento de Navalni, esta joven asegura que su Gobierno «tiene muchas preguntas y dudas que responder». Y después de ver la cinta en la que se describía con detalle el denominado una propiedad con extravagancias tales como una pista cubierta de hockey sobre hielo, asegura ya sentir «vergüenza» de sus dirigentes yde su presidente en particular. Además, rememora cómo se dio de bruces con «la corrupción» de las autoridades hace ya un tiempo, cuando en la escuela en la que trabaja fue nombrado número dos un miembro del partido progubernamental Rusia Unida, que impuso cambios en el programa educativo, poniendo énfasis en «el nacionalismo y el patriotismo».
Gritando las habituales consignas de «Putin, ladrón», o «Uno, dos, tres, Putin márchate», los participantes en la protesta mantuvieron el pulso a las fuerzas antidisturbios durante varias horas en el centro moscovita. Algunos de ellos incluso se llegaron a enfrentar con los agentes, arrojándoles bolas de nieve. Al tiempo que anochechía, una columna de manifestantes salió en dirección al centro de detención provisional de Matrosskaya Tishina, la prisión donde se halla encerrado Navalni. Allí, según informaron varios canales rusos en las redes sociales, se vivieron graves enfrentamientos con los cuerpos del orden, y se produjeron numerosas detenciones.
La jornada de protestas amenaza con tensar aún más las relaciones entre Moscú y Occidente. Maria Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores, acusó en un tuit a la Embajada de Estados Unidos en Rusia de difundir un mapa con la ruta que debían seguir los manifestantes. Estableciendo un paralelismo con la situación vivida en Washington, Zajárova se preguntó qué hubiera sucedido si la delegación rusa en EEUU hubiera publicado «las rutas de los manifestantes hacia el Capitolio».
Hmás segura para ser un país independiente», explicó el secretario para la Constitución del Gobierno escocés, Mike Russell, según recoge la televisión pública escocesa, STV. «El referéndum debe celebrarse después de la pandemia, en un momento que decidirá democráticamente el Parlamento escocés electo. El SNP cree que debería ser al principio de la nueva legislatura», sentenció. Hoy, el partido celebra su Congreso Nacional, donde alrededor de 1.000 delegados participarán en la presentación oficial de la Hoja de Ruta para el Referéndum en un acto presidido por el número dos del partido, Keith Brown.
En respuesta, la líder del Partido Laborista en Escocia, Jackie Baillie, acusó al SNP de anteponer su independentismo a la gestión de la crisis del coronavirus. «Escocia está en una profunda crisis y hay miles de personas afectadas por la subida del coste de la vida y miles que estamos perdiendo por el virus. Es inexcusable que el SNP intente en este momento anteponer sus planes por la independencia a todo lo demás», argumentó Baillie.
El Kremlin señala a la Embajada de EEUU y le acusa de difundir la ruta de la marcha
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