Diez consejos para huir del sedentarismo
1. Mantente activo . La batalla contra el sedentarismo comienza por cambiar la actitud y tener la voluntad de moverse más en el día a día. Por ejemplo, ve andando a los sitios en vez de usar el automóvil o sube por las escaleras en lugar de por el ascensor
2. Practica media hora de ejercicio físico al día . Además de tener una actitud activa, lo recomendable es pasar a la acción y practicar algo de deporte cada día.
3. No te olvides de calentar antes . Y tampoco, de estirar después, pues ambas precauciones son esenciales para reducir el riesgo de lesiones durante la práctica deportiva moderadamente intensa.
4. Si estás confinado o en cuarentena, muévete en casa . Realiza a diario algo de actividad física, según tu edad, nivel de movilidad y situación personal.
5. Aprovecha las nuevas tecnologías. Si existe la posibilidad, lleva a cabo actividades como pilates, zumba o aeróbic siguiendo vídeos, tutoriales o aplicaciones del teléfono móvil o la tableta.
6. Dedica algo de tiempo a realizar una tabla de ejercicios. Igual de efectivo y beneficioso que la actividad aeróbica puede ser realizar series de ejercicios de tonificación o de fuerza y estiramientos.
7. Cuida tu respiración cuando realices actividad física. No la contengas y acuérdate de expirar el aire en el momento en que haces el esfuerzo y de tomarlo en el momento de la relajación.
8. Durante el teletrabajo acuérdate de levantarte reguarmente . Permanecer sentado durante demasiado tiempo puede resultar muy nocivo para el organismo, por lo que si tu jornada de trabajo transcurre desde casa, realiza pausas de cinco o diez minutos por cada cincuenta minutos de trabajo frente al ordenador.
9. Que no te pare la edad. Esta no tiene porqué ser un impedimento, simplemente, has de adecuar la intensidad de la actividad a tu capacidad física. Consulta a tu médico qué tipo de ejercicios pueden ser los más convenientes para tu edad y recuerda que no debes llegar a sentir fatiga o sensación de falta de aire.
10. Hidrata tu cuerpo . Procura beber alrededor de dos litros de agua al día, pero, sobre todo, antes, durante y después del ejercicio, cuando perdemos una gran cantidad de agua y electrolitos a través del sudor. Mantenerte hidratado también te ayudará a combatir el estreñimiento que puede provocar el sedentarismo.