Otro tren perdido
Empiezan a florecer los almendros y poco a poco los días se hacen más largos. En los huecos de la piedra andan los gorrriones charlando descarados, contando quién sabe qué con una escandalera de patio de colegio. Entre chaparrón y tormenta va brotando la hierba, y por fin nos atrevemos a soñar con decir que llega la primavera. Esto es Extremadura, pero podría ser igual en casi cualquier parte de España. Con la diferencia de que aquí llevamos toda la vida siendo eso, campo, naturaleza, turismo...y origen de energías. Nuclear e hidráulica. Tanta como para abastecer con su excedente energético al consumo de diez comunidades. Pero no, eso no repercute aquí. Como si de un vientre de alquiler se tratase, a nuestra región se viene a extraer bienes que adquirirán su valor en otras regiones, porque ningún gobierno puso empeño en hacer de Extremadura una comunidad industrial.
Y en esta época, si nadie lo remedia, va a volver a consumarse el expolio: en la provincia de Cáceres, muy pegada a la misma ciudad, se ha detectado litio en grandes cantidades. Y el litio es el santo grial para la fabricación de nuevos coches eléctricos. Así que, por un momento se podría pensar que nos ha tocado una especie de lotería energética. Pero no; porque, una vez más y con el beneplácito de las autoridades (bajo el respaldo económico de grandes corporaciones) se va a esquilmar la tierra aquí, pero el bien será transformado fuera. Una vez más, Extremadura, y más concretamente Cáceres, será el paganini de la fiesta. Aquí la mina, los deshechos y la contaminación. Y en otros territorios, el beneficio y la industria. Ya se ven campañas en los medios nacionales explicando los beneficios de España como fabricante mundial de baterías de litio. Que en este caso sí, es toda España, no Extremadura ni Cáceres. Un maná nacional que regará nuestro país y nos pondrá a la cabeza de la industria automovilística. Repito: a España, a costa de Extremadura. Que está muy bien hablar en el Congreso de la explotación de los países ricos a las materias de los pobres, pero contra esto nadie dice nada. Porque hay muchos pactos y mucho dinero sobre la mesa. Quizás sea que tenemos complejo de primo pobre, quizás sea que nos engolosinamos con cuatro euros. Pero me temo que esta provincia va a perder el tren (menudo eufemismo) de la modernidad y de la inversión. Una vez más. Porque nadie lo remedia.
El litio es el santo grial para la fabricación de nuevos coches eléctricos