El Miralvalle encara otra cita decisiva ante el Cortegada
Las placentinas quieren seguir en la lucha por estar en la zona alta
El Extremadura Miralvalle tiene este sábado otra final en casa, que de nuevo estará vacía (18.30 horas, Pabellón de la Ciudad Deportiva). Llega el último equipo gallego al que le tocará enfrentarse este año, la AD Cortegada de Vilagarcia de Arousa, que se presenta en tierras extremeñas en su mejor momento de la temporada, a pesar de ser antepenúltimas tras la última jornada.
Raúl Pérez contará con todas sus jugadoras para el duelo, después de una semana de recuperación tras el doble duelo en tierras gallegas del fin de semana anterior. Para el entrenador placentino el partido es una auténtica final. Cree que la clave del duelo estará en mantener el nivel de concentración adecuado tanto en ataque como en defensa: «Sabemos que este partido es clave para las opciones que tiene el equipo de seguir arriba».
Por su parte la AD Cortegada llega a Plasencia en un buen momento, después de enlazar dos victorias seguidas. En este momento son antepenúltimas con cinco triunfos y catorce derrotas, pero la semana pasada dieron una de las sorpresas de la jornada ganando a Ibaizabal: «La clasificación no dice realmente el juego
El club placentino pide «una reflexión» a las autoridades para que el público pueda volver a los pabellones
que tiene y, sobre todo, el equipo que tiene. Con jugadoras muy hechas a la competición, con experiencia como Loureiro, Sara Gómez o Patricia Vicente», recuerda Raúl Pérez.
Otra vez el partido volverá a ser a puerta cerrada (árbitros Sergio Acevedo y Carlos Grande). Desde el club esperan y desean una reflexión por parte de las autoridades para que reconsideren el cierre total de pabellones cubiertos para el público.
H«Novak tiene muchas cosas más que perder que yo, la presión será para él», soltó Daniil Medvedev, sonriente, minutos después de eliminar a Stefanos Tsitsipas y clasificarse para la final de Abierto de Australia, donde mañana (9.30 horas, Eurosport) le esperará Novak Djikovic, número 1 mundial y campeón ocho veces del torneo. Al serbio, que el día anterior dijo que vería en la tele el partido de Medvedev y Tsitsipas «comiendo palomitas», no se descarta que se le atragantaran de golpe si escuchó al ruso lanzarle el guante desde la Rod Laver Arena, tras derrotar a Tsitsipas con una exhibición de tenis por 6-4, 6-2 y 7-5.
Tsitsipas sufrió el acoso al que le sometió Medvedev desde el primer punto con su tenis directo (17 aces y 46 golpes ganadores por solo 21 errores). El tenista griego, que el jueves le había remontado dos sets a Rafael Nadal, no encontró la manera de parar al desgarbado y frío rival que le disparaba bolas al otro lado de la red, en cualquier
El ruso sometió en la semifinal a Tsitsipas con un claro 6-4, 6-2 y 7-5
posición, tanto de revés como de derecha.
Solo en el tercer set Tsitsipas pareció encontrar un momento de lucidez para contrarrestar esa avalancha cuando Medvedev, con 3-1 y dos break points para el 4-1, se atascó inesperadamente.
Tsitsipas, sin nada que perder, como ya hizo ante Nadal, se lanzó a la desesperada al ataque. Igualó 3-3, tuvo un punto de break para adelantarse 5-3, que Medvedev salvó con dos aces, y aún dispuso de otra ocasión para llevarse el set con 5-4 y 0-30 a su favor, apoyado por los cientos de aficionados griegos que le animaban desde las gradas de la central.
Medvedev parecía aturdido. Sus golpes habían perdido eficacia y acumulaba errores. «Uno de esos bajones que tiene», como explicaba su entrenador Gilles Cervera, días antes tras el partido contra Filip Krajinovic, el único en el que el ruso ha perdido dos sets de los seis que lleva jugados. Ese día el técnico francés se fue de la pista en el quinto set y Medvedev se recuperó con un 6-0.
Ayer Cervera no necesitó marcharse. Medvedev supo recomponerse para ganar tres juegos seguidos y certificó su pase a la final en 2 horas y 9 minutos.
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