Para lo que ellos quieren
Libertad de expresión para decir lo que ellos quieren». Inteligente reflexión del rapero Pablo Hasél en una de las entrevistas en las que relata su primera detención, las horas de registro en su domicilio (frente a su madre y hermana pequeña) y la noche en el calabozo en el que le permiten dormir solo media hora y no le facilitan ni un colchón.
Hasta hace poco no conocía las rimas de este chaval, pero me he tomado el tiempo de escuchar dos de sus temas, Democracia tu puta madre y Muerte a los Borbones. Al margen del mérito artístico de las canciones para gustos, los colores- me parece que sus letras encierran no pocas verdades incómodas enunciadas de un modo crudo. Aunque entiendo que sus versos puedan herir sensibilidades, los blancos de los dardos sonoros de este comunista declarado (el Rey emérito, Felipe II, Mariano Rajoy, etcétera) no deberían tener la piel tan fina. Flaco favor han hecho a España quienes por no aguantar la mordacidad de este leridano movieron hilos para que las fuerzas del orden detuviesen al músico cuando tenía 23 años. Al fin y al cabo, ¿no va en el sueldo que les apoquinamos soportar las críticas?
Los reproches que ciertas élites consideran vituperios punibles suelen ser acicates efectivos para enmendar errores y, en último término, mejoran la sociedad.