El peor momento de Bolsonaro
El liderazgo del presidente, en peligro por el desastre sanitario Minimiza el covid, que ha causado casi 400.000 víctimas
Pando y Loreto, en Perú.
La semana pasada, Bolsonaro dibujó sobre su rostro la misma imagen de la derrota cuando convocó al Congreso y al Tribunal Supremo Federal –que sus simpatizantes han querido cerrar– para combatir juntos a la pandemia. Su llamamiento al «acuerdo nacional» duró un suspiro. «Ahora quiere convencernos de que él es presidente de la República, y no el irresponsable que todo el mundo sabe», argumentó el diario conservador Estado. «Bolsonaro –añadía– trata a sus gobernadores como tontos, mintiendo descaradamente y esperando que alguien, además de la gente que lo idolatra, crea».
En medio del desastre se escuchan voces a favor de recortar la capacidad de decisión del presidente y convertirlo, al menos en cuestiones sanitarias, en una figura decorativa. «El comité para combatir la epidemia puede dar algunos resultados solo si Bolsonaro renuncia al mando de la salud. Incluso si se retira y guarda silencio, queda por ver si el Congreso y Marcelo Queiroga, el nuevo ministro de Salud, podrán mantenerlo a distancia», consideró Vinicius Torres Freire, columnista del diario paulista Folha.
Jair Bolsonaro, quitándose la mascarilla, la semana pasada, en Brasilia. comete delitos», recordó el experto en Sanidad Daniel Dourado. El presidente de la Cámara de diputados, Arthur Lira, acaba de encender la «luz amarilla» porque «todo tiene un límite». Y añadió: «Los remedios políticos en el Parlamento son conocidos y todos son amargos. Algunos, fatales. Suelen aplicarse cuando la espiral de errores de evaluación se convierte en una escala geométrica incontrolable. Actuaremos a favor de Brasil». Para Míriam Leitão, columnista del diario O Globo, Lira lanzó una advertencia inédita al ultraderechista Bolsonaro.
Según Dora Kramer, de la publicación Revista Veja, el líder parlamentario habló en nombre de congresistas, el poder judicial y hasta el empresariado. Nunca antes una autoridad parlamentaria habló con tanta claridad.
El Congreso ha recibido más de 60 peticiones de impeachment que jamás prosperaron, entre otras razones por el pacto que alcanzó el presidente Bolsonaro con los sectores de centro y la bancada evangelista que dominan la legislatura se desgasta a una pasmosa velocidad. Todo ocurre de modo vertiginoso en Brasil.
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