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El acelerador lineal donado por Amancio Ortega se pondrá en marcha la segunda quincena de mayo Será un hito. Hasta ahora los cacereños tienen que ser derivados a clínicas privadas o a otras ciudades
Los enfermos de cáncer del área de salud de Cáceres podrán tratarse con radioterapia en unos días. Según confirma Sanidad se pondrá en funcionamiento la segunda quincena de este mes de mayo, cuando podrá utilizarlo el primer paciente. Será un hito para la ciudad porque hasta ahora los enfermos que requieren este tratamiento eran derivados a una clínica privada o incluso a otros hospitales del territorio nacional.
El equipo debía llevar ya en funcionamiento más de un año (la previsión era que se pusiera en marcha en marzo del 2020), pero la llegada del coronavirus dio al traste con los planes. Después se fijó el mes de noviembre como fecha de inauguración, pero la segunda ola de la pandemia también lo impidió. En este caso se debió a la imposibilidad de desplazamiento, a causa del covid, de los radiofísicos que tenían que realizar las labores de calibración del equipo para su puesta en marcha. Estos trabajos eran esenciales para lograr la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear.
La máquina fue una de las cuatro que donó el empresario Amancio Ortega a la comunidad autónoma e iba a ser la primera que se pusiera en marcha, aunque al final ha sido la de Badajoz la que ha comenzado a funcionar en primer lugar (lleva desde febrero ofreciendo tratamientos).
El acelerador lleva instalado en el hospital Universitario desde el pasado mes de junio. Ha sido adquirido gracias a un convenio firmado entre la Junta de Extremadura y la Fundación Amancio Ortega y ha costado 3,68 millones de euros. Junto con su puesta en funcionamiento se abrirá también el Hospital de Día de Radioterapia donde se ubicarán los servicios de Radiofísica y Oncología Radioterápica, en el Universitario.
Es uno de los más punteros a nivel nacional y permitirá ofrecer tratamientos de vanguardia a los enfermos de cáncer. Esto va a suponer, además, que muchas técnicas que hasta ahora requerían la derivación a otros hospitales fuera de la comunidad puedan ofrecerse en Cáceres. Además, al tratarse de un equipo mucho más preciso, permitirá que el enfermo pueda recibir menos dosis y que estas sean más efectivas.
Según un estudio realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, este tratamiento, vital en cáncer, lo reciben alrededor del 60% de los pacientes y contribuye en el 40% de las curaciones. Además, entre un 20% y un 25% de las personas que padecen esta dolencia van a necesitar más de un tratamiento radioterápico a lo largo de su enfermedad.
Sin embargo, y pese a ser considerado un tratamiento vital, no todos los pacientes cuentan con la igualdad de oportunidades en el acceso al mismo. Ese es el caso de Cáceres en estos momentos. A nivel nacional casi un 30% de las personas con tumores deben hacer un trayecto diario de entre una y dos horas para poder acudir a su tratamiento (en otro 30% supera las dos horas). El coste del tratamiento para estos pacientes es de unos 1.100 euros entre gastos de trayecto y estancia.
LOS GASTOS DEL PACIENTE /
El colectivo pone como ejemplo a una paciente de Guadalupe que padece cáncer de mama y recibe este tratamiento en Cáceres. Tiene que recorrer 240 kilómetros (ida y vuelta) cada vez que acude a una sesión. Una vez finalizadas las 15 sesiones prescritas habrá recorrido 3.600 kilómetros, con un gasto de aproximadamente 288 euros en combustible. El tiempo que invierte en los desplazamientos suele implicar que, en la mayoría de las ocasiones, necesitará hacer (ella y
su acompañante) un consumo de comida, lo que genera un gasto de 360 euros al final de las sesiones.
A esto se suman los tratamientos para paliar los efectos secundarios. Necesitará gastar unos 80 euros de media en productos farmacéuticos oncológicos destinados al tratamiento de la piel y de las mucosas. Además de tener que contratar a una persona cuidadora de un familiar dependiente, lo que les va a suponer un coste de 500 euros. Sin olvidar que el tratamiento también conlleva una pérdida de ingresos por dejar de desempeñar sus trabajos (el de ella y el de su acompañante), que se estiman en 1.260 euros entre los dos.
Sólo económicamente, calcula el colectivo, esta paciente tendrá que soportar un coste de 2.488 euros directamente relacionados con su tratamiento, sin contar con el impacto negativo en su calidad de vida derivado del abandono de actividades de ocio y deportivas que antes realizaba con normalidad, así como afrontar ciertas limitaciones sobrevenidas en su vida cotidiana, «por lo que subjetivamente el coste percibido por la persona aumentaría». Por eso, insiste la Aecc, la puesta en marcha de este acelerador es prioritaria porque reducirá desplazamientos (no se les derivará fuera de Cáceres) y el número de sesiones por terapia.