Otro ejercicio expansivo
Una de las lecciones de la gran crisis de la década pasada es que para afrontar la causada por el coronavirus los gobiernos no iban a acudir ni a los recortes ni a la depreciación interna. En un contexto de políticas expansivas en la economía occidental -liderada por el gasto público sin precedentes decretado por Joe Biden en Estados Unidos- España ha previsto para 2022 otro ejercicio histórico en términos de gasto. Así, las administraciones públicas, central, autonómica y locales, podrán gastar el año que viene hasta 196.142 millones, según el techo de gasto aprobado por el Consejo de Ministros, lo que prácticamente iguala el de 2021, que fue de 196.097 millones.
El Gobierno ha querido dejar claro que sigue manteniendo una estrategia expansiva con los Presupuestos para 2022. Aunque casi igualan a los de 2021, nadie puede negar que, al ser ligeramente superiores vuelve a ser récord. Los fondos europeos Next Generation siguen siendo uno de los motores, como lo está siendo en 2021, pese a que en lugar de los 26.000 millones previstos llegarán unos 19.000. En todo caso, lo que no entra un ejercicio lo hará al siguiente, eso sí, si se cumplen los hitos comprometidos, que van de los cambios en el mercado laboral a la reforma del sistema de pensiones. De lo contrario Bruselas cerrará la manguera. El contexto de crecimiento previsto, ratificado por todos los organismos nacionales e internacionales - si no lo trunca el dichoso virus-, puede facilitar el cumplimiento de la reducción del déficit que se anuncia. Mejor sanear las cuentas en etapa de bonanza que en las crisis, como se vio en la depresión de hace poco más de una década. Para cuadrar el círculo, una vez amarrados los fondos europeos para este año, lo duro vendrá para el próximo porque a Bruselas no le bastará con que le digan «ya lo haremos». Hará falta determinación y capacidad de diálogo a todos los niveles.
Cabe apoyar la decisión del Gobierno de proseguir por la
El papel de Bruselas es determinante para que los Presupuestos de 2022 tengan un techo de gasto récord