La judoca
La judoca emeritense cae en segunda ronda y ya piensa en el próximo ciclo olímpico
emeritense Cristina Cabaña cae en 2ª ronda
Solo fueron dos combates, pero Cristina Cabaña los disfrutó como si hubiese llegado a la final. La judoca emeritense perdió en los octavos de final en su primera participación olímpica. En la primera ronda se impuso por la vía rápida a la filipina Kiyomi Watanabe en su categoría de menos 63 kilos. En la segunda ronda cedió ante la eslovena Tina Trstenjan, número dos mundial, oro en Río de Janeiro hace cinco años y que finalmente acabó colgándose la medalla de plata en una competición donde la francesa Clarisse Agbegnenou es la nueva campeona olímpica.
«Me quedo con la sensación que he tenido al salir en mis combates, en los que realmente creía en mi y creía que podía ganar, fuera quien fuera mi rival», decía unas horas después de acabar la competición Cabaña en las redes sociales. «Ha sido increíble y he disfrutado muchísimo».
La extremeña, de 28 años y debutante en una cita olímpica, logró la segunda victoria para el judo nacional en el `tatami' del Nippon Budokan de la capital japonesa, donde solo Julia Figueroa había podido sumar un triunfo.
TRIUNFO EN 38 SEGUNDOS Cabaña, número 37 del ranking mundial de este peso, lo hizo con mucha autoridad y se deshizo de Watanabe en 38 segundos, a la que derrotó por `ippon' para citarse con la eslovena Tina Trstenjak.
La emeritense abandonó el dojo con una gran sonrisa. Para pasar a cuartos, Cabaña necesitaba una gran actuación ante la eslovena. La judoca española intentó aguantar el empuje de su rival, pero acabó cediendo por `ippon' y despidiéndose de sus opciones. La sonrisa mudó en desolación, aunque pronto se rehizo.
«Creo que he hecho un buen combate, pero como siempre, del resultado nunca te quedas conforme», afirmó la judoca extremeña. «He entrado al juego de hacer un combate de mucho ritmo, de no dejar huecos y al final ella ha encontrado uno y me ha tirado y luego cuando he ido arriesgar un poco más porque quedaba poco tiempo, ha encontrado otro hueco y me ha tirado», lamentaba al describir su combate.
Más tarde, y ya en frío, recuperaba fuerzas y alegría para asegurar que «no es el final, creo que he demostrado que puedo superarme día tras día y os aseguro que seguiré haciéndolo, os lo debo. Ahora sí es el momento de pensar en el siguiente ciclo: París 2024».