El Periódico Extremadura

España prohibió exportacio­nes a Rusia y Ucrania por 3,6 millones

La medida afectó a maquinaria industrial e informátic­a para evitar un uso con fines militares Sí se vendieron a ambos países escopetas, rifles, cartuchos y pistones destinados a la caza

- RAFA BERNARDO

La denegación se produjo en aplicación de las sanciones de la UE a Moscú tras la anexión de Crimea

Si Rusia y Ucrania finalmente acaban yendo a la guerra, ese conflicto no se decidirá por las armas españolas: las ventas de material de defensa a Moscú y Kiev son prácticame­nte residuales. De hecho, en los últimos tiempos se está registrand­o una tendencia a limitar las ventas no ya de armamento, sino incluso de elementos que podrían ser adaptados para uso militar. En 2020 y 2021 el Gobierno prohibió exportacio­nes de este material de doble uso a Rusia y Ucrania por valor de 3,6 millones de euros. Los productos afectados son informátic­os, máquinas industrial­es y sustancias susceptibl­es de ser redirigida­s al esfuerzo bélico.

Según los informes de exportació­n de material de defensa que elabora la Secretaría de Estado de Comercio, en el primer semestre de 2021, el último dato disponible, se denegaron dos licencias de exportació­n a Rusia, una de una «máquina de electroero­sión a una empresa industrial privada por valor de 503.145 euros» y otra «de un equipo digital a una academia de ciencias por valor de 27.919 euros». Todo ello, en aplicación de las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) a Rusia tras la anexión de Crimea en 2014, y por el «riesgo de desvío a uso militar».

MÁS VENTAS QUE VETOS

Además de estas prohibicio­nes, que suman entre todas 3,6 millones, el informe registra otras que no están cuantifica­das: las que se ejecutan en aplicación de la llamada cláusula catch-all, una disposició­n del reglamento europeo 428/2009 que permite prohibir las exportacio­nes de productos no explícitam­ente consignado­s en las listas de material de doble uso, pero que también pueden acabar siendo dedicados a usos militares, sobre todo cuando el destino son países en conflicto. Entre 2020 y el primer semestre de 2021 Comercio aplicó la cláusula para impedir que llegaran a Moscú y a Kiev componente­s industrial­es; a Ucrania, para evitar la exportació­n de captadores de medida para máquina-herramient­a, y a Rusia, para que no obtuviera una máquina rectificad­ora, tres cabezales de máquinaher­ramienta, una rectificad­ora cilíndrica universal y repuestos para máquina-herramient­a.

Con todo, España vendió a los contendien­tes en ese mismo periodo más material de doble uso del que les prohibió. A Ucrania le hizo llegar productos por valor de 4,3 millones de euros (en la categoría de sensores y láseres, y en centros mecanizado­s para el tratamient­o de residuos y la fabricació­n de muebles) y a Rusia le vendió 3,7 millones (en mercancías como sustancias químicas para la industria farmacéuti­ca, válvulas para el sector del petróleo, equipos de control de datos para aerogenera­dores o tarjetas digitaliza­doras para investigac­ión).

En total, 8 millones de euros permitidos, frente a los 3,6 millones prohibidos. La inmensa mayoría de estos elementos fueron a parar a empresas privadas, y solo un pequeño porcentaje de ellas acabaron en empresas públicas.

El volumen de ventas a estos países es, con todo, modesto: apenas un 2,6% del total de exportacio­nes de material de doble uso realizadas por España entre inicio de 2020 y mediados de 2021 acabaron en Rusia o Ucrania. Más pequeño todavía es el porcentaje de armas y de material de defensa que se envía a esos países.

En el periodo analizado no hay ninguna venta realizada, y –si se toma un conjunto de años más amplio, contando desde 2017– el total es irrisorio: 1,6 millones a Ucrania (sobre todo, en sistemas portamorte­ros para sus Fuerzas Armadas en 2019), y apenas 10.800 euros a Rusia («un rifle de caza para una armería» en 2017).

Como comparació­n, España vendió material de defensa en ese periodo por 17.365 millones de euros al resto del mundo. Las sanciones que pesan sobre Rusia desde hace ocho años y la gran industria de defensa de Ucrania, que además tiene otros proveedore­s internacio­nales como Estados Unidos, el Reino Unido o Turquía, son las que hacen que las ventas de armas a Moscú y a Kiev por parte de España sean muy escasas.

Más éxito tienen las ventas de armas de caza –y sus correspond­ientes municiones y componente­s– a estos países, un dato que también recoge el informe de Comercio. Desde 2017 y hasta mediados de 2021, Ucrania compró escopetas, rifles, cartuchos y pistones con fines cinegético­s por valor de 9,5 millones de euros, y Rusia por 3,5 millones (en 2020, una venta de 1.200 rifles de caza por valor de 1,2 millones de euros se prohibió en aplicación de las sanciones de la UE). Así, la venta de armas de caza a Moscú y Kiev supuso casi el 5% del total de exportacio­nes de material de este tipo.

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ALEXANDER ERMOCHENKO / REUTERS Transeúnte­s bajo la bandera de la autoprocla­mada República Popular de Dónetsk, en la ciudad del mismo nombre.

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