La validez del test de antígenos para viajar se limita a 24 horas
A quien no tenga certificado se le podrá pedir también una PCR
Los Veintisiete vuelven hoy a actualizar las recomendaciones de viaje dentro de la Unión Europea para adaptar la situación a la nueva realidad creada por la rápida propagación de la variante ómicron. El mapa de colores que publica cada semana el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), que actualmente certifica la existencia de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes en la práctica totalidad de las regiones europeas, dejará de ser el elemento de referencia a la hora de introducir restricciones, al potenciar un enfoque más personal e individual, mientras que la validez de los test de antígenos para viajes se reducirá de 48 a 24 horas.
Son algunos de los elementos que la Comisión Europea puso sobre la mesa el 25 de noviembre en la revisión de las reglas, antes de que la variante ómicron hiciera acto de presencia y se convirtiera en la dominante en la UE. La rápida propagación de esta variante, más contagiosa que la delta, hizo que varias delegaciones pidieran el aplazamiento de las nuevas recomendaciones de viaje hasta ver la evolución. Finalmente los 27 embajadores europeos dieron su aval el pasado viernes con lo que el documento de recomendaciones será aprobado sin debate hoy por los ministros de Asuntos Europeos.
Según el mismo, el mapa de colores del ECDC, actualmente utilizado para introducir o levantar restricciones según la situación epidemiológica de una región concreta, pasará a ser una «herramienta de información». Es decir, los 27 seguirán utilizándolo como elemento de información para desalentar los viajes hacia o desde las regiones con una mayor propagación del virus, pero será el estatus particular del viajero el que determinará las posibles medidas o requisitos de viaje.
Por ejemplo, a las personas que no estén en posesión de un certificado de vacunación o de recuperación y que lleguen de zonas de alta circulación del virus se les podrá exigir un test PCR o una prueba de antígenos antes del viaje así como una cuarentena/autoaislamiento posterior de 10 días que solo podrá terminar antes de tiempo si la persona se somete, como muy pronto el quinto día después de su llegada, a una prueba con resultado negativo.
Habrá excepciones como transportistas, pacientes que viajen por razones médicas imperativas, marinos, trabajadores transfronterizos o menores de 12 años.
En el caso de las personas vacunadas, que hayan superado la enfermedad o que tengan un test negativo, podrán desplazarse con su certificado sin requisitos de cuarentena o aislamiento adicionales. El único cambio introducido en este ámbito será el periodo de validez del test de antígenos que será limitado a 24 horas frente a las 48 horas actuales. En el caso de las PCR el plazo de validez será, como ahora, 72 horas.
Mientras tanto, el certificado de recuperación seguirá teniendo una validez de 180 días desde la primera confirmación de la enfermedad mientras que el certificado de vacunación requerirá la pauta completa y tendrá una fecha de caducidad de nueve meses, una medida que Bruselas propuso para forzar a los ciudadanos a recibir la dosis de refuerzo y contener la propagación del virus. A partir de esa fecha, para poder seguir utilizándolo habrá que disponer de la tercera dosis.
En caso de que un Estado miembro decida imponer requisitos adicionales –como cuarentena o test– ante la aparición de una nueva variante que sea motivo de preocupación o interés, «deberá informar de ello a la Comisión Europea y a los demás estados miembros», a ser posible «48 horas antes de la introducción de esas nuevas restricciones».
El mapa de riesgo del centro de control deja de ser la referencia para las restricciones