El Gobierno sube las pensiones de 11,5 millones de personas
Aprobada también la «paguilla» de 250 euros de media por la diferencia con el IPC
El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la subida y revalorización de las pensiones para 2022 para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas. Las pensiones contributivas subirán ya desde la nómina de este enero y lo harán el 2,5%; mientras que las no contributivas, las clases pasivas, las cuantías mínimas de las no contributivas y el ingreso mínimo vital (IMV) lo harán el 3%. Un total de 11,5 millones de personas se beneficiarán del incremento aprobado y para costearlo el Estado destinará 6.500 millones de euros adicionales (si se suma la paguilla también aprobada para compensar el desvío del IPC en 2021, y que se pagará este enero).
«Se inicia un marco de certidumbre absoluta», declaró el de Seguridad Social, José Luís Escrivá, tras el Consejo de Ministros. A partir de la reforma que entró en vigor plenamente ayer, las pensiones subirán cada año según lo que suba la inflación media del año. Es decir, sumando el IPC de cada mes desde diciembre del ejercicio anterior hasta noviembre del presente y dividiendo por 12. Sin negociaciones en el seno del Gobierno, ni entre partidos, ni con patronal ni sindicatos.
CAMBIO CON RESPECTO AL PP En el marco de esta reforma y en consecuencia para mantener el poder adquisitivo, el Gobierno también ha aprobado la denoministro minada «paguilla», un extra que compensa la desviación entre el 0,9% que subieron las pensiones en el 2021 y la inflación media final que fue del 2,5%. Los pensionistas lo cobrarán a finales de mes. De media, según los cálculos de la Seguridad Social, será de unos 250 euros. Escrivá puso en valor el alza del gasto público que requiere la reforma aprobada y que supone un cambio de orientación respecto al mecanismo heredado por el PP. Según este, las pensiones hubieran subido en 2021 el 0,25%, 10 veces menos de lo que recibirán los pensionistas.
También destacó otro pilar de su reforma y que a su vez entierra un elemento central de la de Rajoy: la derogación del factor de sostenibilidad. Este adaptaba la esperanza de vida a la cuantía de la prestación, lo que reducía el importe a medida que la gente vivía más años. Este elemento nunca llegó a aplicarse, pero, según Escrivá, actualmente hubiera supuesto un recorte del 7% en la pensión de los hoy jubilados.
El Gobierno ha sustituido parcialmente ese elemento reductor de gastos por un aumento de los ingresos al subir las cotizaciones a las empresas y desincentivar las prejubilaciones de los trabajadores. Con la subida, la pensión mínima de jubilación se situará en 2022 en 10.103,8 euros anuales en el caso unifamiliar y llegará hasta 12.467 euros en caso de cónyuge a cargo, mientras que la pensión de jubilación máxima llegará a los 39.468,66 euros anuales.
Escrivá insistió en que esa mejoría no irá en detrimento del déficit de la Seguridad Social, que cifró en el 1% del PIB. Según la nómina de prestaciones actualizada también ayer, España mantiene un gasto en pensiones del 12% del PIB pese al alza. Y es que la buena evolución del empleo y los ingresos por cotizaciones –las arcas de la Seguridad Social ingresan el 4% más que antes del covid– permiten apuntalar la «fortaleza» del sistema, según dijo.
En esa línea de descargar de gastos para no contribuir al déficit, el Estado derivará a los Presupuestos Generales del Estado un total de 18.300 millones de euros este 2022. Una partida que José Luis Escrivá calificó de «gastos impropios» y que suponen prestaciones sociales, pero que no se costean con cotizaciones. En 2021 la Seguridad Social ya derivó como «gastos impropios» un total de 13.800 millones de euros.