Nadal se regala otro milagro
Sigue adelante en Melbourne y ya está en semifinales. El viernes buscará un puesto para la final ante el italiano Matteo Berrettini, séptimo del mundo
«Estar aquí es un regalo de la vida», decía Rafael Nadal minutos después de alcanzar por séptima vez las semifinales del Abierto de Australia. El campeón de 2009 no habría ni soñado que sería uno de los últimos cuatro candidatos al título en Melbourne.
Después de casi seis meses fuera de combate por su lesión crónica en el escafoides del pie izquierdo, Nadal volvió a recordar los problemas físicos que arrastra. «Vengo de muchísimo sufrimiento en los últimos meses», destacaba tras vencer a Denis Shapovalov (6-3, 6-4, 4-6, 3-6, 6-3) en un partido que comenzó con una exhibición pero que unas molestias estomacales estuvieron a punto de tumbarlo.
«No se ni como lo he hecho. Fue un poco milagro. Estaba destruido físicamente. Intenté sobrevivir como pude», explicaba Nadal.
Como en los mejores tiempos tuvo que recurrir a la épica para salvar una situación que se complicó después del segundo set. Hasta ese momento Nadal había dado una exhibición de tenis al impulsivo y poco acertado Shapovalov. En el primer set solo cedió cuatro puntos con su servicio y logró un 80% de puntos con el primer saque lo que le permitió dominar al tenista canadiense. Tal fue la superioridad que Shapovalov buscó excusas en la lentitud de Nadal con sus servicios.
«Todos sois unos corruptos»,
El partido estuvo marcado por las broncas de su rival que se enfrentó al juez de silla
Luchador le soltó al juez de silla Carlos Bernardes, recriminando que no sancionara a Nadal por perder tiempo en el descanso del primer set. Una pataleta que, tras su derrota, aún insistió en destacar. «Es injusto lo que hace Rafa, siempre se sale con la suya. No es lógico que esté totalmente preparado yo y el reloj marque 0, y que no lo sancionen. Puedo estar un minuto y medio esperándole y no lo castigan, esto es una broma», criticaba.
En la pista Nadal le pidió explicaciones por su comportamiento, aunque después evitó la polémica. «Cuando pasen las horas se dará cuenta de su equivocación. Hay un supervisor y un juez de silla que aplican las normas. A mi me ponen el crono como a todos».
Shapovalov tampoco se creyó que Nadal se encontrara tan mal, cuando en el tercer set, tras ceder su primer break (3-1) pidió la asistencia médica por unos problemas estomacales. «No creo que haya tenido ningún problema físico serio. Todos tenemos cosas. No es fácil enfrentarse a grandes campeones como Rafa para que encima reciban privilegios», aseguró.
Posiblemente, si Shapovalov hubiera aprovechado la oportunidad que tuvo de ganar a Nadal su discurso habría sido otro. En la pista no supo asimilar el bajón físico de Nadal. Después de remontar dos sets, dejó escapar un quinto que parecía tener en sus manos, pero que cedió de salida 3-0, al perder tres break points en los dos primeros servicios de Nadal.
«Tuve un golpe de calor. La boca del estómago se me cerraba. Fue un ejercicio de resistencia física y mental», decía Nadal, feliz por un triunfo de supervivencia y donde impuso el coraje, la experiencia y la resistencia de alguien que ha ganado 20 Grand Slams contra un jugador que, con 22 años, solo ha logrado un título menor en Estocolmo.
El orgullo del `Big Three'
Con su victoria de momento salvó el orgullo del Big Three (Federer, Nadal y Djokovic), un trío que lleva 71 Grand Slams sin que alguno de ellos, o los tres, no esté en las semifinales. Solo en el Abierto de Estados Unidos 2020 faltaron a esa cita. Nadal y Federer por no jugarlo y Djokovic por ser descalificado en octavos.
Nadal tendrá ahora un par de días de descanso hasta este viernes (04.30 horas, Eurosport) para enfrentarse a Matteo Berrettini al que ha ganado la única vez que jugaron en el Abierto de EEUU de 2019. El tenista italiano también tuvo que superar en cinco sets a Gael Monfils por 6-4, 6-4, 3-6, 3-6 y 62. Berrettini, finalista en Wimbledon y séptimo mundial, acabó ganando con 12 aces. De su duelo con Nadal, fue contundente: «Esta vez será diferente. He crecido y madurado».