Urdangarin: «Ya está todo dicho. Gracias»
El exduque de Palma no habla sobre su relación con Ainhoa Armentia
Después del comunicado del lunes en el que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaban la «interrupción de su relación matrimonial», eufemismo para no emplear la palabra separación y, mucho menos, divorcio, a las puertas del despacho de Imaz & Asociados de Vitoria, donde Urdangarin y su pareja Ainhoa Armentia trabajan, continúan las idas y venidas de los periodistas apostados esperando unas declaraciones de los protagonistas.
Ayer, a primera hora de la mañana, el exjugador de balonmano apareció como otras mañanas en bicicleta y recorrió los escasos metros hasta la puerta del despacho sin querer manifestar nada nuevo y remitiéndose al comunicado del día anterior. Un breve comunicado en el que los exduques de Palma subrayaban además su «compromiso intacto con sus hijos» y pedían «respeto» para sus familiares al tratarse de una noticia del ámbito estrictamente privado. Todo ello precipitado después de que el exjugador de balonmano fuera fotografiado paseando de la mano de Ainhoa Armentia en una playa de Bidart, en el País Vasco francés, y esa foto apareciera publicada en la portada de la revista Lecturas, confirmando así lo que la periodista y escritora Pilar Eire venía diciendo, que el matrimonio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin hacía aguas.
«Ya está todo dicho. No hay nada más que decir. Muchas gracias», dijo apresurado ayer Urdangarin, dando carta de naturalidad a la situación que está viviendo y esperando que se rebaje la expectación. Agradeciendo el respeto de la prensa, Iñaki prefiere no responder a las preguntas relacionadas con Ainhoa –cómo se encuentra ella en medio de esta vorágine mediática o si va a continuar una relación sentimental con ella–, pero sí explicó cómo se encuentran sus hijos –Juan, Pablo, Miguel e Irene– después de su separación: «Todos muy bien». Por su parte, Ainhoa Armendia, que entra y sale de la oficina por separado, también elude hablar con los periodistas, al igual que el resto de su familia.
Mientras tanto quien no aparece en público es la infanta Cristina. Un equipo de Telecinco se desplazó ayer hasta Ginebra, en Suiza, donde reside, para intentar localizarla en el barrio donde vive o hablar con sus vecinos sin demasiada suerte –«hemos enseñado fotos de ella y nadie nos dice nada»–. De hecho, acabaron conectando desde el aeropuerto de la ciudad suiza, donde esperaban para ver si tenían más suerte.
La hermana del Rey –Felipe VI se encuentra hasta hoy de viaje oficial en Puerto Rico con motivo del quinto centenario de su fundación– no ha aparecido públicamente desde que estalló la noticia. La revista Hola asegura que está triste y que todavía no ha visto ni a la reina Sofía ni a la infanta Elena, dos puntales en su vida. Hay quien asegura que podría encontrarse en Abu Dabi con su padre. En cualquier caso no hay ninguna imagen suya desde que se publicaron las imágenes de Iñaki con Ainhoa Armentia.
La primera ministra de Nueva Zelanda se ha visto obligada a posponer su boda por el avance de la variante ómicron. Jacinda Ardern, de 41 años, sigue así las nuevas restricciones sanitarias del país, como la cancelación de cualquier acto público con más de cien personas y la obligatoriedad de las mascarillas en lugares cerrados como tiendas y transportes públicos. Esta medida se ha producido después de que se detectara un brote de la variante ómicron en nueve personas que precisamente acudieron a un enlace nupcial en Auckland.
Dando ejemplo, la mandataria confirmó en una entrevista que aplaza su enlace con el presentador de televisión Clarke Gayford, con el que se comprometió en 2019 y con quien tiene una hija de 3 años. «Yo no soy diferente a otros miles de neozelandeses que han sufrido impactos mucho más devastadores, como la incapacidad de estar con un ser querido cuando está gravemente enfermo», explicó.