Sánchez habla de que es un momento «difícil, crítico y complejo»
El momento es «difícil, complejo, crítico» en las relaciones de la UE y de la OTAN con Rusia. El despliegue de más de 100.000 efectivos en la frontera con Ucrania supone, para el Gobierno español, pero también para sus socios en la UE y en la Alianza, el «cuestionamiento de la integridad territorial del país», cuestión grave que debe ser respondida con la defensa y el «respeto a la legalidad internacional». Y si Moscú ataca, se enfrentará con «sanciones masivas», «gravísimas», advirtió ayer Pedro Sánchez.
Ese es el mensaje coordinado que salió el lunes de los ministros de Exteriores de los 27, que José Manuel Albares reiteró a los grupos en su comparecencia en el Congreso del martes y que por primera vez verbalizó el presidente del Gobierno. Lo hizo ayer en la rueda de prensa conjunta en el Palacio de la Moncloa con la primera ministra de Finlandia, la socialdemocrata Sanna Marin, tras reunirse con ella.
El presidente español recibe también la llamada telefónica de Casado
«Es importante trasladar que si ocurre lo que nadie quiere que ocurra, evidentemente que va a haber sanciones importantes hacia Rusia», dijo el presidente, que antes de la reunión con la premier finlandesa, recibió la llamada de Pablo Casado. El líder del PP le pidió que comparezca en el Congreso para dar explicaciones y afearle la división en el Ejecutivo. Sánchez se escudó en que el ministro Albares habló primero con los grupos y luego dio cuentas en el Congreso. No obstante, conforme avance la situación, que espera sea «a mejor», está «abierto» a acudir a la Cámara.
El presidente agradeció el «apoyo» del PP, aunque precisó que también abordó en su charla con el jefe de los conservadores dos asuntos: la reforma laboral, para pedirle al menos la abstención de su grupo, y la gestión de los fondos europeos, para que el PP «cese y rectifique su posición», su cuestionamiento del reparto, porque la imagen de España queda «dañada» ante las instituciones europeas.