Fragatas españolas sin fronteras
La crisis entre Rusia y Ucrania tiene muy mala pinta. Menos mal que España ha mandado un par de fragatas humanitarias y unos cuantos cazas para resolver el problema. Cuando los mandos de la OTAN te lo ordenan, ahí van nuestros militares raudos y veloces. Españoles de origen hondureño, ecuatoriano, colombiano... enviados al frente para defender a nuestro país (luego, Vox lo agradecerá, como lo hace siempre). En serio, ¿otra vez nos van a manipular como lo hicieron antes con las armas de destrucción masiva? ¿Otra vez vuelta a lo mismo para justificar una guerra? No es mi problema que Estados Unidos y Rusia quieran deshacerse de su estoc de armas obsoletas. Si Putin y Biden quieren jugar a soldaditos, que lo hagan en un cuadrilátero ellos dos solos y que nos dejen en paz a los demás.
Las soluciones de conflictos nunca son fáciles y menos cuando no existe empatía. Deberíamos retroceder 60 años atrás, a la crisis de los misiles de Cuba, cuando estuvimos a punto de entrar en la Tercera Guerra Mundial. En esa ocasión, echamos la culpa a la Unión Soviética porque quería instalar misiles en Cuba (país vecino de EEUU). Ahora, la OTAN quiere captar a Ucrania (país vecino de Rusia). Putin te podrá caer mal o peor, pero esta vez tiene razón; y si no la tiene ahora, tampoco la tenía Kennedy hace 60 años y la dimos por buena. Si la OTAN deja de seducir a Ucrania, el tema se soluciona ya. El que no lo quiera ver, que no lo vea. Esto no va de rojos o azules, sino de mentes abiertas u obtusas.
La imagen de la semana
San Sebastián
Y aunque en principio no ideara las preguntas sí que luego quería ir dándome respuestas. A ver, ferreterías no queda ninguna en la ciudad si exceptuamos una tienda de máquinas en la calle de la Vera y la antigua Ferretería Extremeña tras la catedral. Las verdaderas ferreterías están en el polígono industrial. Mercerías-mercerías, y eso que está de moda la costura, el patchwork y el crochet, quedan cuatro. Carnicerías, de las que todos los días nos nutrimos, unas doce y otras 5 en el mercado de abastos. Pescaderías desaparecieron bajo el mar. Y resulta que librerías hay 6 o 7, según se separe o no la librería infantil, más dos copisterías, una papelería Folder y alguna otra más esquiva que yo no contabilice.
¡Qué emoción! Resulta que en Plasencia tocamos a más librerías per cápita que ferreterías, mercerías o pescaderías. Esto va bien, esto va muy bien. Fomento a la lectura debe de haber hecho algo. Las aulas literarias deben de haber hecho algo, las bibliotecas deben de haber hecho algo, la pandemia debe de haber hecho algo...
Leemos, leemos, leemos, al fin.