Patronal y sindicatos no logran recomponer el diálogo del campo
Aunque hubo avances, el desacuerdo se ha enquistado
La reunión `in extremis' para tantear la posibilidad de abrir una vía de diálogo que desactivara la huelga en el campo en Extremadura no dio sus frutos ayer, tras más de siete horas de negociación. Las posturas no estaban tan alejadas al final de la jornada, según resaltaron todas las partes, pero ninguno quiso moverse finalmente de sus posiciones en cuestiones como la incorporación de complementos al salario mínimo (SMI) --las opas lo reclaman para amortiguar la subida y los sindicatos se oponen--, el pago de los desplazamientos o la situación de los fijos discontinuos. El desacuerdo sí está enquistado.
Las organizaciones sindicales y la patronal del campo se habían citado ayer para tratar de desencallar una negociación no ha dejado de estar en el alambre en el último año y medio; y que está rota desde el pasado viernes, con una convonal, catoria de huelga en pie que arranca mañana jueves. Precisamente esa convocatoria de huelga activa es lo que llevó a los dirigentes de Apag Extremadura Asaja a rechazar la invitación al diálogo, del que se levantó también Asaja Cáceres nada más iniciarse la reunión. Eso dejaba ya a la patronal con poco margen puesto que cualquier acuerdo del convenio requiere del visto bueno de cuatro de las cinco partes y dos de ellas estaban en el `no'. El encuentro se inició con los representantes de Afruex, UPAUCE y Coag en el caso de la patrones y de CCOO y UGT por parte de los sindicatos. Paralelamente, las organizaciones sindicales habían activado ya la maquinaria de la huelga y antes de la reunión mantuvieron los primeros encuentros con los trabajadores de empresas agrícolas de la zona de Don Benito.
SIN RESULTADO // Lo cierto es que ni unos ni otros confiaban en que pudieran prosperar las conversacioinicialmente. Hubo algún receso para redefinir posturas, y las sensaciones en ambos lados a medida que avanzaba la jornada es que los posicionamientos se iban acercando en todas las cuestiones que estaban en disputa (la jornada laboral y complementos, fundamentalmente) y se llegó a plantear la opción de que se pudiera llegar a un punto de encuentro que diera pie a una reunión oficial. Pero las posturas no se movieron y se bloqueó esa posibilidad.
La patronal insiste en que el marco actual del campo es el Estatuto de los Trabajadores y que cualquier mejora sobre eso es una «cesión» de los empresarios del campo. En los sindicatos, sin embargo, no conciben otra cosa que no sea un convenio en la senda del que ha tenido el sector hasta 2020, con las mejoras en el salario mínimo dictadas por el Gobierno.