«Hay una voluntad política de transformar las ciudades para hacerlas más saludables»
Vicerrectora de Desarrollo Sostenible de los campus (Universidad Politécnica de Valencia) La vicerrectora Débora Domingo señala que las urbes cambian con políticas que responden a las necesidades de sus habitantes .
¿Qué papel juega la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en la misión de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática?
– – Un papel fundamental. La UPV tiene una red de cátedras de empresa que luchan por el cambio climático y están vinculadas a administraciones públicas. No obstante, este trabajo previo de las cátedras se intensifica cuando la UPV decide institucionalmente plantearse el reto de ser la primera universidad española certificada climáticamente neutra, hace un año, con un posicionamiento firme como «Living Lab» (un banco de pruebas reales, donde se desarrollan y prueban prototipos tecnológicos para la mejora del bienestar ciudadano y que tendrán una efectividad real y probada).
– ¿La neutralidad climática es una entelequia?
– No, es una forma de marcarse un objetivo. Si no medimos la huella de carbono, si no cuantificamos las emisiones de CO2, no podemos aplicar políticas de reducción y no tiene sentido tampoco acabar compensando. La neutralidad climática es la meta que alcanzaremos si seguimos un determinado proceso, y en ese proceso reside el verdadero interés de ser cada vez más sostenibles.
Las voces ambientalistas más críticas dicen que el desarrollo nunca puede ser sostenible.
– – Porque anteponen el beneficio económico a todo lo demás. La sostenibilidad tiene tres patas, que son social, medioambiental y económica. Perseguir solamente el crecimiento económico puede solucionar los problemas del momento, pero hipoteca y aumenta exponencialmente los problemas del futuro.
¿Las universidades son los laboratorios donde probar las políticas públicas que podrán aplicarse después en materia de innovación?
– – Las universidades son perfectos «sandbox» donde ensayar políticas e
iniciativas susceptibles de ser replicadas en comunidades más grandes y variadas como las ciudades. La UPV además posee todo el conocimiento tecnológico que posibilita la investigación y la innovación, y por lo tanto se posiciona como una institución perfecta en materia de transferencia de conocimiento. Ese es el espíritu del «Living Lab UPV» que subyace en el binomio universidad-ciudad.
¿Qué han de hacer las ciudades para transformarse? ¿Es una cuestión política o ciudadana?
– – Las ciudades se transforman con políticas que responden a las necesidades de sus habitantes, y los políticos tienen que proyectar un mejor futuro para la ciudad. Se trata de una cuestión política y ciudadana. Gracias a los movimientos vecinales de los años 70, Valencia cuenta hoy con un parque natural en El Saler o con un parque en el río Turia. Se pudo hacer política gracias a la ciudadanía. En la actualidad, hay voluntad política de transformar las ciudades para hacerlas más saludables y sostenibles, y ello pasa por muchos factores, pero en el ámbito del urbanismo, hablamos de movilidad, de calidad del espacio público, de infraestructura verde y biodiversidad.
– Europa está dando pasos muy decididos hacia la descarbonización. ¿Es suficiente?
– Los pasos de Europa son necesarios, pero se debe avanzar más. Todos los expertos indican que ya llegamos tarde a las consecuencias nocivas del cambio climático y que deberían implementarse más medidas, más efectivas y más rápidas. El tema es complejo y requiere de acuerdos, así es que todo lo conseguido es positivo y hay que seguir sumando.