El PP se juega depender de Vox y el PSOE mide su desgaste en Andalucía
Moreno acaricia el vuelco para ser el partido mayoritario en el histórico bastión socialista La ventaja de los populares puede resultar clave para dejar a la extrema derecha fuera de la Junta
Más de 6,6 millones de andaluces deciden hoy el futuro político de la comunidad en las 12ª elecciones autonómicas desde 1982. En 11 de estos comicios ha ganado el PSOE, en cinco con mayoría absoluta, en seis con posibilidad de pactos para mantenerse en la Junta de Andalucía. El cambio de Gobierno llegó hace cuatro años pero el cambio en la sociedad andaluza, para convertir al PP en el partido mayoritario y de las clases medias, puede llegar hoy. Juan Manuel Moreno, candidato del PP, confía en firmar una jornada «histórica». Llega con la unanimidad en las encuestas sobre una victoria rotunda. La incógnita es si podrá formar gobierno en solitario o dependerá de Vox. Una coalición con la extrema derecha marcaría el camino del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su carrera hacia la Moncloa.
El recuento de las urnas dirá hoy si es fantasía o realidad, pero el PP ha cabalgado la última semana de campaña en la idea de que «la cifra mítica» de los 55 diputados –mayoría absoluta– está al alcance de la mano. Aunque le falte un solo voto, Vox ha dejado claro que no lo dará gratis y quiere entrar en el Gobierno.
Pese a una campaña errática y un pinchazo en las expectativas, Macarena Olona no ha dejado de repetir que está en Andalucía para entrar en el Ejecutivo. En 2018, Vox irrumpió por primera vez en las instituciones españolas con 12 diputados en el Parlamento andaluz. Ahí comenzó todo y en la Junta de Andalucía, pese a que ser un partido que no cree en las autonomías, quieren cimentar la idea de que no son un partido ultra sino de gestión y que pueden llegar al Gobierno de España.
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LA INCÓGNITA Moreno sabía antes de convocar elecciones que su mayor rival electoral era Vox. En las últimas generales este partido dio el sorpaso al PP en cinco de las ocho provincias andaluzas y quedó a apenas 7.000 votos. La situación que pintan las encuestas es muy diferente, pero queda la incógnita de si el PP necesitará a Vox como aliado para seguir en el poder.
El candidato del PP ha jugado a ampliar su base electoral por el
centroizquierda y ha pedido el voto prestado de electores socialistas para poder gobernar sin pactos. El PSOE, que se asoma a un abismo en Andalucía, no ha dado crédito a que vaya a existir un trasvase de votos de sus filas hacia Moreno.
El PSOE ha afrontado su campaña más difícil en Andalucía. No por el rechazo social, que aseguran que fue mayor en 2012, cuando en pleno estallido del caso ERE sus candidatos sufrían improperios por la calle. El candidato Juan Espadas no ha tenido esa percepción de hecatombe, pero las encuestas vaticinan una derrota severa. Quedará por ver si el PSOE de Andalucía es tan fuerte como dicen o puede caer por debajo del millón de votos y empeorar el resultado de Susana Díaz en 2018, lo que sería un rotundo fracaso.
Las izquierdas ensayan también el futuro del proyecto político de Yolanda Díaz, que finalmente, y tras resistirse, atendió a las llamadas de auxilio de Por AndaAndalucía
lucía, que se enfrenta por la izquierda también con Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez. La fragmentación de este espacio encarece los diputados, dicen los expertos, aunque solo tres derechas sumaron para desbancar al PSOE del Gobierno tras casi 40 años.
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LA GRAN DUDA El presidente andaluz ya logró por primera vez hace tres años y medio el cambio en el Gobierno andaluz tras 37 años ininterrumpidos de poder socialista. Se aupó a la presidencia de la Junta tras la derrota más estrepitosa en unas elecciones, con 26 de los 109 diputados del Parlamento y gracias a una coalición con Cs y un pacto con Vox. Ahora las tornas han cambiado. Sus socios liberales en el Gobierno están al borde de la desaparición. Un par de diputados de Cs pueden dar oxígeno a Moreno para aislar a Vox.
La gran duda a despejar cuando se abran las urnas será ver hasta dónde el PP ha penetrado en
y si hay un vuelco político de tal envergadura que sitúe al partido de centroderecha al borde de la mayoría absoluta. En 2012 Javier Arenas firmó 50 diputados, pero la victoria se convirtió en amarga derrota porque PSOE pactó con IU y siguió en la Junta. Los históricos del PP dicen que aquellas elecciones firmaron el primer triunfo del centroderecha en la comunidad. Ahora aspiran a que el PP sea «el partido que más se parece a Andalucía», «el partido de las clases medias», el mayoritario en una comunidad de hegemonía socialista.
La campaña del PP no ha durado 15 días sino que comenzó cuanto Moreno llegó a la presidencia de la Junta. Mientras, el PSOE ha estado tres años sin hacer oposición enredado en cómo y cuándo descabalgar a Susana Díaz y quien debía sucederle. El resto de la izquierda abría una guerra civil para expulsar a Teresa Rodríguez del espacio político.
Las urnas despejarán hoy hasta dónde ha penetrado el PP en Andalucía en detrimento de los socialistas