Misiles antiaéreos y aviones AWACS protegerán Madrid
Con 44 delegaciones internacionales, 41 jefes de Estado y de Gobierno confirmados, y alrededor de 5.000 invitados, la cumbre de la OTAN de Madrid, que arranca el martes hasta el jueves, va a ser uno de los mayores retos de seguridad a los que se ha enfrentado España. En especial se va a estar atento a proteger el espacio aéreo de posibles ataques o incidentes. La mayoría de los aviones de las delegaciones llegarán a la base aérea de Torrejón y el resto al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, explicó ayer Margarita Robles, que como ministra de Defensa es la responsable de la seguridad de los cielos en la cumbre.
«Habrá sistemas contra aeronaves no tripuladas: vamos a vigilar, especialmente, contra posibles drones y habrá mecanismos de respuesta. También contaremos con una unidad de defensa antiaérea, del mando de artillería antiaérea Ejército de Tierra», señaló.
Se pondrá en marcha un dispositivo especial que se realizará desde el mando operativo aeroespacial, que depende del mando de operaciones, en el que se va a establecer un puesto de mando con un sistema de vigilancia y control aéreo que realizará el Ejército del Aire. La seguridad del espacio aéreo está «absolutamente reforzada», explicó con un mecanismo que estará reforzado las 24 horas del día. «Además de este control aéreo, van a participar los aviones AWACS de la OTAN, aviones de combate y helicópteros preparados para salir si fuera necesario, de forma inmediata, ante cualquier alerta aérea».
La operación, bautizada Eirene (por la diosa griega de la paz), contará además con la participación de más de 10.000 efectivos, fundamentalmente policías nacionales (6.500) y guardias civiles (2.400), además de policías municipales, bomberos y emergencias.